Redacción, 03-11-2020.- La cirugía de Mohs es la técnica más precisa de cirugía del cáncer de piel. Esta técnica permite la extirpación de tumores cutáneos con los más altos porcentajes de curación, cercanos al 100% para los tumores primarios.
Tal y como explica el
Dr. Luis Ríos es posible gracias a la
supervisión microscópica, que permite
analizar la totalidad de los bordes tumorales de cada una de las capas. Así se puede guiar al cirujano en las sucesivas persistencias tumorales hasta la completa extirpación del tumor.
Las estadísticas a largo plazo indican que la técnica de la cirugía de Mohs es la que consigue mayores porcentajes de curación, a pesar de que los enfermos que son tratados con ella a priori suelen ser los de peor pronóstico.
Cómo se hace
La técnica de la cirugía de Mohs consiste en extirpar el tumor sucesivamente y por capas. De esta forma, el cirujano extirpa una capa de piel, la aplana y la analiza al microscopio para observar toda la base de esa capa. A continuación, se repite esta operación capa a capa hasta que el cirujano comprueba que no hay ningún rastro de tumor.
Además de la extirpación completa del tumor, este método tiene la ventaja adicional con respecto a otras técnicas quirúrgicas de que no precisa ampliar márgenes de seguridad a ciegas; es decir, se extirpa únicamente tejido afectado del lugar en el que está ubicado el tumor reduciendo al máximo la necesidad de extirpar tejido sano por precaución.
Debido a que la mayoría de los cánceres de piel se producen en la cara, esta técnica supone una gran ventaja estética para el paciente, ya que permite extirpar tejido tumoral con mayor precisión y conservar más proporción de tejido sano, lo que redunda en unas mejores posibilidades de reconstrucción posquirúrgicas.