Redacción, 15-09-2018.-La pediculosis es una de las enfermedades más contagiosas, de acuerdo a la Asociación Española de Pediatría (AEP). Ello explica que, ahora que comienza el nuevo curso, aumente el riesgo de que un ejército de piojos invada la cabeza de los escolares, según ‘Cinfa’.Eduardo González Zorzano, experto del Departamento Científico de Cinfa, expresa que “el primer paso es notificar al colegio que nuestros hijos padecen pediculosis con el fin de que tome medidas para prevenir el contagio a sus compañeros de clase. En ningún caso debemos callarnos por vergüenza, ya que el mito de que los piojos van solo al pelo sucio es falso”.
El segundo paso en la lucha contra estos parásitos es hacerse con un kit de combate, integrado por una toalla, una lendrera, un buen pediculicida y un champú antipiojos. Para asegurarnos de que eliminamos de manera efectiva los insectos del cabello del niño, es crucial seguir al pie de la letra las instrucciones del fabricante y el farmacéutico.
En primer lugar, se debe examinar el pelo con la lendrera y arrastrar los piojos mechón a mechón. “Debemos ser conscientes de que, junto a la lendrera y el pediculicida, la paciencia es nuestra mejor aliada para eliminar estos parásitos”, recuerda al respecto el experto de Cinfa. “Conviene realizar este procedimiento con el cabello húmedo, ya que en este entorno los piojos se mueven más lentamente, así como colocar un paño blanco sobre los hombros del niño o niña para poder ver los insectos cuando caigan”, añade.
Posteriormente, debe aplicarse el champú, loción o espuma pediculicida sobre el cabello seco, masajeando la zona ligeramente. Al acabar, es importante dejar que se seque el pelo al aire en vez de usar el secador, ya que el calor inactiva el efecto insecticida residual del producto. Para terminar, debe peinarse el cabello con la lendrera para retirar los piojos muertos y las liendres.
Después, ya solo queda insistir en la estrategia vencedora: repetir la misma operación una semana después para garantizar la eliminación de todos los piojos y liendres. “Con que haya quedado alguno, es suficiente para que nazcan y se reproduzcan de nuevo. Lo harían, además, con mayor resistencia al pediculicida, por lo que tenemos que asegurarnos de que no suceda”, advierte González Zorzano.
A continuación se recoge una entrevista con el experto Zorzano:
Pregunta- ¿Se puede prevenir una infestación de piojos?
Respuesta- Sí. Para ello, se debe vigilar constantemente la cabeza de los niños. Sobre todo, conviene revisar el cabello con la lendrera cuando se sepa de algún brote de piojos en el colegio. Si confirmamos que nuestro hijo no tiene piojos y sabemos que en su entorno sí los hay, es posible utilizar repelentes específicos de piojos de venta en farmacias.
P- Si un hijo tiene piojos y el otro no, ¿qué precauciones debo tomar para evitar el contagio?
R- Primero, se debe evitar el contacto entre las cabezas de los menores y evitar compartir objetos que tengan contacto con el cabello. Luego, inspeccionar las prendas de ropa y toallas que puedan haber compartido. Siempre que sea posible, se debe lavar la ropa del niño infestado a una temperatura superior a sesenta grados. Los peines, horquillas y cepillos debemos sumergirlos en agua hirviendo y aspiraremos toda la casa.
P- ¿Cómo se puede saber si las liendres están vivas?
R- Los piojos depositan las liendres en el flequillo, la base del cabello y detrás de las orejas, porque son las zonas más calientes y apropiadas para la supervivencia. Por tanto, cuanto más lejos de la base del cabello estén, más tiempo llevarán en la cabeza y ya habrán eclosionado o estarán muertas. Sin embargo, a simple vista es prácticamente imposible diferenciarlas por lo que hay que eliminarlas todas.