Redacción, 09-02-2015.- Se calcula que en 2050 el número de personas mayores de 80 años se habrá multiplicado por 26 con respecto a 1950, lo que implica necesariamente un cambio en el modelo de las políticas de protección y seguridad de los mayores.
Fomentar la actividad física y mental de los mayores, así como su participación social, y promover entornos que favorezcan su salud y autonomía personal son factores clave para lograr un envejecimiento activo y saludable manteniendo el máximo de capacidades. Así se ha puesto de manifiesto en una jornada sobre buenas prácticas en este ámbito organizada por el Gobierno de Navarra en Pamplona. Han asistido más de 130 profesionales tanto de entidades públicas y privadas como de asociaciones ciudadanas que desarrollan su actividad con personas mayores.
Esteban Gorostiaga, del Centro de Estudio, Investigación y Medicina del Deporte del INDJ, ha explicado la importancia de la promoción de la actividad física desde edades tempranas y del impulso que deben realizar en este campo los centros educativos y los centros de salud.
Concepción Mateo, directora del Área de Participación Ciudadana, Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Pamplona, ha incidido en los cambios sociodemográficos de la población, que modifican las necesidades y la demanda de prestaciones municipales. Además, ha hecho un repaso de las acciones en esta materia puestas en marcha por las distintas áreas del Consistorio.
José Angel Bañales y Cristina Zoco, de la UPNA, han explicado los programas universitarios para mayores, tanto a nivel estatal como autonómico y los cursos y actividades del Aula de la Experiencia de la UPNA. Finalmente, Camino Oslé, vicepresidenta de la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología, ha cerrado el seminario con una exposición sobre la imagen social, estereotipos y la percepción que los mayores tienen de su propio envejecimiento, insistiendo en la necesidad de mejorar la imagen social y elevar la autoestima de los mayores.