Redacción, 03-02-2015.- El Hospital de Bellvitge y el Institut Català d’Oncologia (ICO) han probado con éxito en un grupo de pacientes la radiación interna después de la extirpación de un cáncer de mama, mediante la colocación en el lecho tumoral del dispositivo que irradia la zona. Los responsables del programa, pionero en España, han presentado este martes el funcionamiento del sistema, que evita, en los casos seleccionados, la radiación externa durante cinco semanas para radiar el lecho tumoral (el lugar donde estaba el tumor) después de la extirpación.
El método consiste en extirpar el tumor y posteriormente aplicar radiación directamente en el lecho tumoral, donde se produce el 90 % de las recidivas en pacientes con cáncer de mama. Para llevar a cabo esta técnica, el hospital dispone de un nuevo acelerador de partículas que emite rayos X de baja intensidad y que tiene un brazo robótico con el que se coloca la fuente radiactiva en el lecho tumoral, que permite radiarlo directamente, según ha explicado la oncóloga Arantxa Eraso.
Eraso ha comentado que la máquina permite adaptar la radiación en función del tamaño del lecho tumoral para tener más éxito. Por su parte, la responsable de Ginecología del Hospital de Bellvitge, María Jesús Pla, ha indicado que «la sesión de radiación dura entre 30 y 35 minutos» y ha apuntado que tratan de separar muy bien la piel del aplicador con la finalidad de evitar al máximo los efectos secundarios dentro de la misma. La nueva técnica permite reducir la toxicidad y las complicaciones, además de reducir la duración de la terapia, que con el tratamiento convencional supone entre 5 y 7 semanas de radioterapia externa.
María Jesús Pla ha explicado que «la calidad de vida de las pacientes es mejor con este abordaje terapéutico» y ha señalado que el sistema se utiliza desde hace meses en otros países europeos, «pero es la primera vez que se plantea en un hospital español«.