Redacción, 06-08-2018.-El aumento global de las poblaciones de medusas y su presencia en las playas españolas se ha convertido en un problema de salud pública que obliga a las autoridades a restringir el baño, según recoge ‘ORL Salud&Bienestar’.
Las medusas se desplazan en el mar en enjambres y poseen tentáculos formados por células urticantes, o nematocistos, que usan de forma defensiva o para capturar presas. En la mayoría de casos la picadura produce síntomas locales, en forma de dolor y un gran picor. También pueden producir reacciones sistémicas como temblores, fiebre, vómitos o calambres.
Como la virulencia de la picadura va relacionada con la superficie de cuerpo afectada, los niños forman uno de los grupos de más riesgo, y también las personas mayores, que con la edad pierden capacidad de generar defensas naturales. Otros grupos de riesgo a tener en cuenta son las personas asmáticas o cardiópatas, ya que el veneno de las medusas es un cardiotóxico y un neurotóxico, es decir, que afecta a la circulación sanguínea, a las palpitaciones del corazón y al funcionamiento del sistema respiratorio.
La primera medida y la que debe tomarse más en cuenta es la prevención. No hay que bañarse ante alerta de medusas y mucho menos tocarlas o acariciarlas. «Los trozos de tentáculos o medusas muertas que nos podemos encontrar en la arena de las playas también poseen capacidad tóxica-alérgica», afirma la doctora Maribel Iglesias, del Hospital Universitario del Sagrat Cor, en Barcelona.
Tras la picadura a pie de playa lo primero es salir del agua, no rascarse ni frotarse la piel y eliminar de la piel los restos de los tentáculos si son visibles. «No hay que frotar la piel de la zona afectada pero si se observan los restos de los tentáculos se pueden retirar con pinzas o con una tarjeta dura, tipo tarjeta de crédito», explica la doctora Iglesias.
En todo caso es mejor no lavarse con agua dulce, siempre con agua marina. El agua dulce rompe las células urticantes y la reacción provocará aún más picor. «Se puede aplicar frío local con compresas frías de agua salada, cubitos de hielo envueltos en plástico… pero nunca calor, ya que aumenta la absorción sistémica del veneno», afirma Iglesias. A continuación la herida debe ser lavada con tintura de yodo para evitar las infecciones, y cuidar la herida hasta que cicatrice.
En los casos de afectación más general y más graves, como las reacciones alérgicas en los que la picadura provoca calambres y hasta dificultad respiratoria, es muy importante que el paciente se traslade lo antes posible al centro médico más cercano, donde recibirá tratamiento con corticoides o adrenalina intramuscular.