Redacción, 12-08-2020.- El nuevo escenario que se abre a corto plazo alumbra la consolidación de unas dinámicas de trabajo en las que el teletrabajo continuará teniendo un gran peso. Por este motivo, se hace relevante la adecuación de las políticas de salud y bienestar a los nuevos entornos de trabajo híbridos para seguir cuidando a todos los empleados, independientemente del lugar en el que desarrollen su actividad.
Para conseguir este objetivo, es necesario tener en cuenta ciertos aspectos como son la implantación de sistemas de reconocimiento y desarrollo de carrera, el fomento de metodologías de trabajo ágiles, el impulso a los servicios de telemedicina o el desarrollo de programas virtuales Global Health, entre otros muchos aspectos, según Cigna.
El último estudio de Cigna, ‘COVID-19 Global Impact’, perteneciente a su informe anual ‘360º Well-Being Survey 2020‘ afirma que a día de hoy la mitad de los españoles (49%) tiene posibilidad de teletrabajar y, de ellos, el 73% lo hace de forma habitual. Una situación muy diferente a la reflejada por Eurostat en 2019, donde solo el 8,3% de los ocupados españoles teletrabajaba y las políticas de salud y bienestar estaban más enfocadas al trabajo presencial.
¿Cuáles son las claves para adaptar las políticas de salud y bienestar a los nuevos entornos de trabajo híbridos?
- Fomentar el trabajo enfocado a objetivos.
- Implantar un sistema de reconocimiento y desarrollo de carrera.
- Apostar por la telemedicina.
- Responder a los nuevos retos de manera transversal.
- Desarrollar programas virtuales Global Health.
- Impulsar medidas para gestionar mejor el cambio.
En definitiva, el departamento de Recursos Humanos debe anticiparse a las nuevas necesidades en salud y bienestar de los empleados, teniendo en cuenta los retos particulares del trabajo presencial y remoto. Solo de este modo las políticas de bienestar serán efectivas, independientemente de dónde se encuentre físicamente el empleado.