Redacción, 09-02-2019.-Uno de los problemas estéticos que más preocupan a las embarazadas son las estrías, unas pequeñas y naturales roturas en la piel que se producen tras su estiramiento y su falta de elasticidad, propio del aumento de peso que se da en este periodo.
Tal y como recoge el Heraldo, es capaz de estirarse hasta 10 veces durante todo el proceso de formación del bebé. Normalmente, su aparición más evidente se da durante el tercer trimestre del embarazo, momento en el que la piel se vuelve más reseca y la producción de colágeno se altera.
Los cambios corporales afectan a la piel y es fundamental contar con una rutina de cuidados que ayude a prevenir la aparición de las estrías o a minimizar sus efectos:
- Hidratación. Se favorece la elasticidad de la piel y su hidratación desde dentro. Para nutrir el exterior, es recomendable darse crema dos veces al día. De esta forma se conserva la elasticidad natural y se ayuda a que soporte el aumento de volumen corporal.
- Alimentación equilibrada. Para cuidar la piel hay que tomar proteínas y alimentos ricos en vitamina A, E, C y magnesio.
- Evita el sol y el tabaco. Este último, además de disminuir la producción de colágeno y elastina que favorecen la elasticidad de la piel, daña la salud del bebé. Respecto al sol, hay que evitarlo para que no se reseque.
- Ejercicio regular. Los ejercicios aeróbicos o de fuerza pueden reducir el riesgo de complicaciones en personas con obesidad e, incluso, fomentar el parto natural.
- Utiliza un sujetador adecuado. Es recomendable que se vaya adaptando a los cambios de tamaño del pecho para que ayude a la piel a enfrentarse a los cambios de volumen en esta parte del cuerpo.
- Después del embarazo, continúa la nutrición. Hasta dos o tres meses después del parte hay que continuar nutriendo la piel para que se recupere por completo.