Redacción, 21-04-2020.- Llegó el COVID-19 para cambiar nuestra rutina de la noche a la mañana. Esta pandemia no ha dejado indiferente a nadie y todos hemos tenido que adaptarnos a sus exigencias, según recoge Quirónsalud.
Este cambio en nuestro modo de vida se ve muy reflejado en la alimentación, hemos cambiado horarios, hábitos y además usamos la cocina como uno de los principales elementos de distracción de manera que la reposteríase ha convertido en uno de los principales pasatiempos.
Para evitar perder nuestros buenos hábitos así como mejorar nuestro estado de salud, quirónsalud ha elaborado una serie de propuestas de la mano de Belén Fontán, Nutricionista del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo:
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CONSEGUIR ESTABILIZAR NUESTRO CICLO VIGILIA-SUEÑO.
Tener trastornado el sueño en esta situación es muy común y esto lo podemos ver reflejado en una «falta de energía»durante los largos días además de encontrarnos más inestables a nivel emocional. Si lo que nos cuesta en conciliar el sueño, podemos ayudarnos de ejercicios de relajación y meditación así como de infusiones relajantes tipo tila alpina o valeriana que podemos tomar a lo largo de la tarde.
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ESTABLECER UNOS HORARIOS
Es fundamental marcarnos un horario para adaptarnos a esta rutina tan distinta a la que teníamos: marcar un tiempo de trabajo, un tiempo de tareas de la casa, un tiempo de ejercicio físico y un tiempo para jugar con los pequeños.
Y sobre todo, marcar un horario de comidas, es decir no comer a demanda, cuando surja el hambre, o ir picoteando de la nevera tan cercana a nosotros en estos momentos.
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REALIZAR EJERCICIO FÍSICO A DIARIO.
Cada uno dentro de las posibilidades que tenga, debe conocer sus límites, pero no hay excusas, todos los días debemos realizar alguna rutina de ejercicio físico. Del mismo modo, el tiempo de ésta depende de la persona. Tenemos que tener en cuenta que estamos en una etapa muy sedentaria, y que nuestro cuerpo necesita su movilidad, no solo por el hecho de no engordar, que también, si no para prevenir problemas de circulación, de lesiones musculares, dolores de espalda, y para mantener nuestros niveles de glucosa y de colesterol a raya.
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MEJORAR NUESTRA RELACIÓN CON LA COMIDA.
Es cierto que la cocina está siendo una válvula de escape en esta época. La reunión social con amigos y familiares, la hacemos alrededor de una mesa, por ello la comida está ligada a nuestras emociones, recordamos con mucho amor los platos de nuestras abuelas, esos postres que preparaban o esos guisos de tu padre o la lasaña de tu madre… todo esto que ahora añoramos, nos lleva a coger el delantal para de una manera u otra poder darnos ese pequeño capricho emocional. Para ello es imprescindible la planificación, piensa un menú, equilibrado, completo, que cubra tanto tus necesidades como las de tu familia y que sea realista.