Redacción, 20-09-2020.- La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una enfermedad muy prevalente que tiene como tratamiento de referencia la administración de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP). Los pacientes con AOS que ya se benefician de la CPAP en sus domicilios y no tienen la COVID-19 ni síntomas de sospecha deben continuar tratándose con la CPAP con normalidad, mientras que los pacientes con COVID-19 o sospechosos de tener la infección por SARS-CoV-2 pueden continuar con esta terapia si viven solos y suspenderla durante los catorce días de aislamiento si tienen convivientes o algún cuidador.
Tal y como recoge la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) entre las recomendaciones para pacientes, cuidadores, profesionales y empresas figuran estas:
• Seguir usando con normalidad el equipo de CPAP, en el caso de pacientes no infectados por SARS-CoV-2 y sin síntomas que lo hagan sospechar, como tos, fiebre o disnea.
• Los pacientes usuarios de CPAP en el domicilio, sospechosos o infectados por SARS-CoV-2 que viven o duermen solos pueden seguir usando la CPAP con normalidad.
• Consultar al especialista sobre la continuidad o suspensión del tratamiento
• En caso de no poder suspender la terapia con CPAP por algún motivo, el paciente debe seguir las medidas generales de aislamiento
• De seguir con el tratamiento de CPAP en el domicilio, realizar los cambios necesarios en el sistema de fungibles de los equipos de CPAP
• Evitar el uso de humidificador hasta la finalización del aislamiento
• No compartir nunca los equipos de CPAP ni sus partes fungibles con otras personas.
• El conviviente o cuidador en el domicilio de un paciente con CPAP, sospechoso o con una infección de SARS-CoV-2 debe seguir las recomendaciones generales de aislamiento.
• Si el paciente no es capaz de realizar la limpieza de su equipo/fungible de CPAP, la persona que lo realice debe hacerlo con doble guante.