Redacción, 05-12-2013.- Según los resultados de dos estudios presentados en la LXV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), aún existe entre la población española mucho desconocimiento sobre el ictus, no sólo a la hora de identificar las señales de aviso, sino también de cómo se debe actuar ante los primeros síntomas, a pesar de que el tiempo juega un papel fundamental en el tratamiento de la enfermedad: si el paciente es atendido en las primeras horas, la probabilidad de fallecer o quedar con una discapacidad grave se reduce a la mitad.
“Aunque los estudios presentados se han realizado en dos zonas concretas de la geografía española- Extremadura y Zaragoza-, estimamos que los datos obtenidos pueden ser extrapolables al resto de la geografía española. Por eso, queremos recordar un solo síntoma de ictus es una urgencia, por lo que ante la primera sospecha es necesario llamar inmediatamente al 112 o al 061 y acudir rápidamente al neurólogo, aunque los síntomas -pérdida repentina de visión, alteración del lenguaje, pérdida súbita de fuerza o sensibilidad…- desaparezcan a los pocos minutos”, señala el Dr. Jaime Gállego Culleré, Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN.
De acuerdo a los datos del Estudio sobre el conocimiento de los síntomas de alarma del ictus, elaborado entre la población del Área III de Salud de Zaragoza, un 30% de los entrevistados desconocen el término ictus y un 63,5% no es capaz de nombrar espontáneamente ningún síntoma de la enfermedad. Entre los síntomas más citados destacar que solo un 13% apunta a la pérdida de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo, únicamente un 9% señala la dificultad para hablar y un escaso 5,4% sufrir alteraciones visuales. En cuanto a cómo se debe actuar, sólo un 23% llamaría a los servicios de emergencias y, un porcentaje similar, acudiría al hospital, mientras que un 33% avisarían al médico del centro de salud. “Llevamos a cabo este estudio porque a pesar de que el ictus es la primera causa de invalidez y la segunda de demencia, en la práctica clínica, son pocos los pacientes que se benefician de los tratamientos disponibles por no llegar rápido al hospital. Pensábamos que uno de los motivos de esta demora era por la falta de reconocimiento de los síntomas de alarma y de su percepción de gravedad y hemos confirmado nuestras sospechas: el conocimiento de los síntomas de ictus y de la actitud correcta es escaso en nuestra población”, explica la Dra. Cristina Pérez Lázaro, autora principal del Estudio sobre el conocimiento de los síntomas de alarma del ictus en la población del Área III de Salud de Zaragoza.
Por otra parte, el estudio Conocimiento general del ictus en el ámbito universitario, realizado entre estudiantes del primer ciclo de Medicina de la Universidad de Extremadura señala que el 29,9% de los entrevistados no tenía un conocimiento básico de la enfermedad. Un 12,7% no supo nombrar ni un solo síntoma de alarma de ictus y el 30,4% sólo supo uno; siendo los más mencionados la pérdida de fuerza y los trastornos confusionales. Además, menos de un 50% pudo nombrar más de dos factores de riesgo; siendo la hipertensión el más citado. Los estilos de vida nocivos enumerados con más frecuencia fueron el tabaquismo y la vida sedentaria. El 66,8% no supo o desconocía si existen unidades de ictus para el tratamiento de estos pacientes.
“El estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar el conocimiento básico del ictus, sus factores de riesgo, signos de alarma y actitud hacia la enfermedad en una muestra representativa de estudiantes universitarios. Si estos resultados los hemos obtenido entre estudiantes del primer ciclo de Medicina, todo hace pensar que la población universitaria, en general, tiene un conocimiento deficiente del ictus, de los síntomas de alarma y de sus factores de riesgo”, señala el Dr. José María Ramírez Moreno, autor principal del estudio Conocimiento general del ictus en el ámbito universitario.
En España, el ictus es la segunda causa de muerte, primera entre las mujeres, y afecta cada año a 120.000-130.000 personas. De ellos, unos 80.000 fallecen o padecen una discapacidad. Actualmente, más de 300.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional tras haber sufrido un ictus. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 15 millones de personas sufren un ictus cada año.
“Puesto que estos dos estudios fueron realizados antes de la campaña ‘Para vencer el ictus todos contamos, detectarlo a tiempo es vital’ que pusimos en marcha en octubre de este año, confiamos en que actualmente estas cifras hayan mejorado”, comenta el Dr. Jaime Gállego Culleré. “No obstante, seguir realizando campañas educativas en este ámbito sigue siendo una necesidad”.