Redacción, 17-06-2020.- Tomar el sol es uno de los placeres del verano y además aumenta los niveles de vitamina D, ayuda a mejorar el estado de ánimo y nos permite lucir un color bronceado. Sin embargo, hacer con poca responsabilidad nos puede pasar mucha factura, pudiendo provocar manchas cutáneas, quemaduras de diverso grado o, incluso y a la larga, cáncer de piel.
Por ello, tal y como recoge Heraldo de Aragón, es fundamental poner en práctica los consejos para tomar el son sin riesgos:
– Exfoliar dos veces a la semana. Con ayuda de un guante de crin que potencie su efecto, hay que aplicarse mínimo dos veces por semana un exfoliante facial y corporal con el que eliminar las células muertas y las impurezas al tiempo que se promueve una mejor regeneración.
– Limpieza de cara y cuerpo a diario. Aunque debería formar parte de nuestra rutina de higiene diaria, en verano, limpiarse la cara adecuadamente es aún más importante. Haciendo uso de cepillos eléctricos, ayudaremos a que la suciedad no obstruya nuestros poros, permitiéndoles una mejor oxigenación y una reducción de la grasa cutánea que tiende a multiplicarse cuando suben las temperaturas.
– Hidratación profunda después de la ducha. Lo más recomendable es optar por productos que incluyen aceites vegetales de argán o aloe vera que, además de cumplir su función, calman la piel irritada.
– Especial atención zonas sensibles. Hay zonas que, a la hora de protegerlas del sol, pasan más desapercibidas, como las ojeras, las aletas de la nariz y los párpados.
– Crema solar con el maquillaje. El sudor es el enemigo número 1 del maquillaje, por lo que debemos optar por un maquillaje que incluya crema solar para evitar un exceso de sudoración, a la vez que nos protege y sin renunciar a la luminosidad natural de nuestro rostro. Las de tipo BB Cream son ideales para evitar el exceso de sudor y la posible aparición de granitos.