Redacción, 03-05-2019.- La ganancia de masa ósea se produce en los primeros años de vida. La infancia y la adolescencia son periodos cruciales que juegan un papel básico en la prevención de la osteoporosis, enfermedad esquelética que padecen unos dos millones de mujeres en España y que se está incrementando en hombres. De ahí que, como explica la doctora Dálifer Freites Núñez, especialista en Reumatología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, “si en la etapa de la adolescencia es cuando tiene lugar el mayor incremento de la densidad mineral ósea, hay que evitar que cualquier factor interfiera en este proceso, pues podría determinar una disminución en el pico máximo de masa ósea y una predisposición al desarrollo de osteoporosis en el adulto”.
Tal y como recoge el Hospital, las intervenciones para optimizar la masa ósea máxima y la salud del esqueleto deben dirigirse, según esta experta, hacia un estilo de vida saludable durante los años de formación ósea, especialmente en la adolescencia. “No debemos olvidar que son muchos los factores que influyen en la maduración ósea, ya sean genéticos, endocrinos, nutricionales (calcio y vitamina D) o ambientales, además de la actividad física”, recalca.
Se puede intentar prevenir la osteoporosis desde edades tempranas. La doctora Freites Núñez aconseja seguir una serie de pautas desde la infancia y la adolescencia. En este sentido, apunta:
- Garantizar una ingesta de calcio adecuada. “Los niños de 9 a 18 años de edad deben consumir aproximadamente 1.200 mg de calcio al día, preferiblemente de alimentos ricos en calcio o fortificados con éste. La vitamina D adecuada (600 unidades internacionales) es necesaria para promover la absorción intestinal de calcio”, abunda la reumatóloga.
- ¿Qué alimentos y bebidas tienen calcio y vitamina D? Entre los que contienen mucho calcio se encuentran la leche, el yogur, el queso y otros lácteos, los vegetales verdes, ciertas nueces y panes, alimentos con calcio agregado, como zumos, cereales y productos de soya. Por su parte, los alimentos y las bebidas que presentan mucha vitamina D son la leche, el zumo de naranja, el yogur y los cereales con vitamina D agregada, el salmón y el aceite de hígado de bacalao.
- Asegurar una adecuada exposición solar, sobre unos 10-15 minutos diarios. “Es importante tomar el sol para activar la vitamina D, pues el cuerpo utiliza la luz solar que entra en contacto con la piel para producirla”, comenta la reumatóloga.
- Mantenimiento de un peso y una altura normales para cada edad.
- Realizar actividad física de un modo habitual, como caminar, montar en bicicleta, hacer gimnasia de mantenimiento y practicar danza.
- Evitar el consumo de alcohol y/o tabaco en etapas tempranas de la adolescencia, pues pueden afectar negativamente sobre la densidad mineral ósea.