Redacción, 03-11-2020.- Las medidas de prevención para evitar la propagación de la Covid-19 como son el uso de mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico y el lavado frecuente de manos con jabón han pasado a formar parte de nuestra vida diaria.
Maialen Elizari, experta del Departamento Científico de Cinfa, “la dermatitis de contacto irritativa, sobre todo en las manos, es una de las alteraciones que más se están dando, pero también se está produciendo empeoramiento de enfermedades como acné, rosácea, dermatitis seborreica o dermatitis atópica”.
Tal y como recoge Cinfa, la piel de las manos es una de las que más sufre, ya que el uso repetido de sustancias detergentes e irritantes, como las de los jabones y geles hidroalcohólicos, van alterando la capa lipídica de la piel.
Por otro lado, las alteraciones que genera en la piel del rostro el uso de la mascarilla constituyen el otro gran campo de batalla. La humedad que se acumula por la respiración y sudoración de la piel, junto al aumento de temperatura que se produce, crea un microambiente que favorece la proliferación de bacterias, dilata el poro y aumenta la pérdida de agua de nuestra piel. Por otra, si la mascarilla queda demasiado ajustada, puede ejercer una presión excesiva sobre la piel o, si queda holgada y al hablar se mueve, originar lesiones debido a la fricción.
Consejos para prevenir las afecciones cutáneas en tiempos de covid-19:
- Limpia e hidrata bien tu rostro antes y después del uso de la mascarilla. Lava tu cara con agua templada y jabones limpiadores suaves y sin fragancias, evitando sustancias potencialmente irritantes. También puedes utilizar un agua micelar, que hidrata y refresca la piel. Después, aplica una crema hidratante para recuperar los componentes y el agua que la piel necesita, adecuada a tu tipo de piel y edad.
- Si tienes problemas de piel, extrema tus rutinas. Las personas que presentan patologías dermatológicas previas, como el acné, deben cuidar de una forma mucho más exhaustiva su piel.
- Evita el uso de maquillaje. Este incrementa el efecto oclusivo, la obstrucción y la suciedad de los poros de la epidermis.
- No olvides protegerte del sol. La mascarilla no protege de los rayos solares, por lo que es esencial, antes de salir a la calle, que te apliques un fotoprotector adecuado a tu tipo de piel y a las circunstancias de la exposición.
- Presta atención al material de la mascarilla. Si un tipo concreto de mascarilla te produce problemas cutáneos, prueba otra de diferente material. También puede ser beneficioso ir cambiando de modelo o marca de mascarilla dentro del nivel de protección recomendado por las autoridades, para intentar que apoyen o rocen en zonas diferentes y evitar así la aparición de lesiones.
- Si ves que tu piel se empieza a irritar, protégete de la fricción con una crema barrera o stick. Aplícate este tipo de productos unos minutos antes de ponerte la mascarilla en las zonas donde esta te roce o presione, como las orejas, la nariz o las mejillas. En el caso de tener que estar muchas horas con mascarilla, también puedes colocarte apósitos en las zonas de presión, que ayudarán a minimizar el daño en la piel.
- Lávate las manos con agua y jabón de manera frecuente y durante un tiempo suficiente. El jabón no debe ser demasiado desengrasante y ha de respetar el pH de la piel. Cuando acabes, sécate muy bien las manos para que no queden restos de humedad entre los dedos.
- Ten el hábito de usar geles o soluciones hidroalcohólicas. Utilízalos sobre todo cuando no tengas acceso a agua y jabón, aunque tampoco es recomendable abusar de ellos. Aplica el producto y frota las manos para repartirlo bien por toda la piel y espera a que se seque antes de tocar otros objetos o superficies.
- Si debes usar guantes, cámbialos a menudo. Si por motivos laborales estás obligado a usar guantes, recuerda cambiártelos a menudo y evitar ponértelos sobre las manos húmedas, ya que la falta de recambio del guante favorece la maceración de la piel de las manos y puede desencadenar una dermatitis.
- Hidrátate las manos de forma regular. Para ello, usa, con tanta frecuencia como sea posible, cremas de manos que contengan componentes hidratantes, calmantes y reparadores.