Redacción, 09-06-2014.- Aunque protegernos del sol debería formar parte de los gestos cotidianos durante todo el año, es en esta época cuando pasamos más tiempo en el exterior y nuestra piel requiere una mayor atención. Manel Vera, presidente del Comité de Cosméticos de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), resuelve dudas del día a día.
¿Se conservan de un verano al siguiente las cremas solares ya abiertas?
No es recomendable utilizar fotoprotectores abiertos de un año para el otro, ya que durante el verano, se exponen a condiciones ambientales extremas que no permiten garantizar la capacidad de protección.
¿Por qué unas cremas tienen que aplicarse antes de la exposición y otras unos 30 minutos antes?
En general se recomienda aplicar los protectores solares 30 minutos antes de la exposición solar sobre piel seca, y reaplicar el fotoprotector cada 2 o 3 horas, especialmente tras el baño o ejercicio intenso.
¿Cuánto tiempo protege una aplicación en su uso en ciudad?
El tiempo de protección que brinda un producto solar viene determinado en primer lugar por el Factor de Protección Solar (FPS). Este índice comunica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente a la quemadura solar (protección frente a UVB) y nos da idea del tiempo que podremos permanecer expuestos al sol sin riesgo de quemarnos.
¿Protegen igual geles, cremas o aerosoles?
La persistencia en la piel y la resistencia al agua de un fotoprotector dependen del vehículo o excipiente elegido. En líneas generales, puede decirse que las emulsiones de aceite en agua (lociones) y los aerosoles son poco oleosos y más fáciles de aplicar, pero tienen menos poder de permanencia.
¿Existen zonas del cuerpo que necesitan más protección que otras?
Las zonas del cuerpo más sensibles al sol y donde, por ende, se deben extremar las precauciones son: cara, cuello, cuero cabelludo, orejas, escote, hombros y empeines