Redacción, 14-04-2021.- Para la trombosis, manifestada en coágulos sanguíneos que interrumpen el flujo normal de sangre hacia el corazón, existen ejercicios concretos de cara a evitar su aparición o agravamiento. Esta se produce habitualmente en las piernas.
Se trata de un enfermedad común, y hay personas propensas a sufrirla por su condición genética. Además, causas como el tabaquismo influyen en su desarrollo. A continuación, enumeramos una serie de ejercicios fáciles de hacer en casa, de manera frecuente, y que ayudan a mejorar la circulación de la sangre, según recoge el Heraldo de Aragón.
A continuación se recogen unos ejercicios de pierna sencillos para hacer en casa
- Ubicarse en una silla cómoda con las rodillas a 90º. El ejercicio consiste en elevar la punta de las pies, activando el tibial anterior (músculo situado en la parte anterior de las espinillas). A continuación, con las puntas de los pies sobre suelo, se elevan los talones para activar la zona del sóleo y el gemelo.
- Posteriormente, se realizan movimientos laterales de las piernas, elevando éstas a la misma altura. En esta posición, la actividad se puede realizar moviendo los dos pies al mismo tiempo o por separado: acción del pie hacia delante y hacia atrás (simulando pisar un acelerador), alternando las piernas. Asimismo, se mueven los pies en sentido de las agujas del reloj y en sentido contrario.
- Para el siguiente ejercicio se debe colocar una almohada o pelota entre las piernas, y ejercer a continuación una leve presión durante unos seis segundos con las dos piernas hacia dentro. Después, se vuelven a relajar.
- El siguiente ejercicio requiere, en la misma posición -sentados en la silla-, la elevación de piernas con rodillas hacia el pecho. Aquí es importante evitar la intervención de otros grupos musculares, por lo que conviene mantener la espalda recta, apretar el abdomen y activar únicamente las piernas.
- En la posición anterior, otro ejercicio adecuado consisten en extender las piernas hacia delante, con el condicionante de llevar la punta del pie hacia nosotros.
- Levantados, sujetándonos con las manos a la parte trasera del respaldo de la silla, se elevan los talones (con las espalda recta) y nos ponemos de puntillas. Subimos y bajamos, apoyando la planta del pie en el suelo.
- En esta misma posición, cambiamos el ejercicio a movimientos laterales. Es decir, flexionando la rodilla de la pierna de apoyo, elevando la punta del pie contrario y realizando el movimiento con la pierna hacia afuera. Estos movimientos de pierna se puede realizar también hacia atrás.