Redacción, 16-10-2020.- Una de cada 10 mujeres, entre los 30 y 40 años de edad en edad reproductiva, sufre un intenso dolor pélvico que puede confundirse con menstruaciones dolorosas. Este dolor es el principal síntoma de la endometriosis y probablemente tardará años en ser diagnosticada.
Tal y como recoge Quirónsalud, el endometrio, que tiene la función de acoger el embrión después de la fecundación, es el tejido que recubre el interior del útero y la endometriosis es una enfermedad en la que el tejido endometrial crece fuera de la cavidad del útero produciendo sangrados similares a la menstruación.
Estas lesiones se suelen localizar en los ovarios o debajo de ellos, en la cavidad pélvica, en el peritoneo, en las trompas de Falopio, detrás del útero, en los intestinos o la vejiga o en los tejidos que sostienen el útero produciendo dolor e inflamación.
Al tratarse de un tejido hormonalmente activo, crece y después sangra provocando inflamación e irritación alrededor de donde se encuentra.
La endometriosis tiene diferentes manifestaciones, las principales son:
- Dolor en los períodos menstruales y aún fuera de ellos.
- Infertilidad en el 50% de los casos.
- Masa o tumor en los diferentes lugares donde se implanta.
La endometriosis acostumbra a ser una enfermedad que tarda años en ser diagnosticada.
Para su diagnóstico el ginecólogo utiliza la ecografía vaginal, la resonancia pélvica y en ocasiones la laparoscopia para visualizar el endometrio ectópico y en la misma intervención tomar una biopsia y eliminar la enfermedad visible.
El Servicio de Ginecología del Hospital Universitari Sagrat Cor trabaja en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de una forma integral de esta enfermedad. El objetivo de la misma es cambiar el curso de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de las pacientes con este proceso.
Esta enfermedad no tiene cura pero sí tratamientos para el dolor que el ginecólogo expondrá a las pacientes con el objetivo de decidir cuál es mejor en cada caso. Entre los tratamientos destacan los analgésicos antiinflamatorios, la terapia hormonal, o los tratamientos quirúrgicos para el dolor intenso.