Redacción,- 22-11-2019.- La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC), coincidiendo con la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos, ha difundido un decálogo de recomendaciones para combatir la resistencia antimicrobiana en España.
Actualmente, la resistencia a los antibióticos supone un problema de salud pública con un crecimiento alarmante en los últimos años. El mal uso de los antibióticos produce una pérdida de eficacia de los mismos, provocando que la resistencia a estos fármacos crezca.
A continuación, se recogen las medidas que componen este decálogo:
- Convertir el uso adecuado de los antibióticos en la medicina, en la ganadería y en la agricultura, en un estándar de calidad prioritario.
- Hacer obligatorios los Programas de Optimización de Uso de Antibióticos (PROA) como programas de calidad asistencial basados en la formación en los hospitales y en atención primaria, y dotarlos de los medios necesarios.
- Dotar con los recursos necesarios a los Servicios/Laboratorios de Microbiología para la detección de las resistencias bacterianas, creando pruebas de diagnóstico rápido y estudios de sensibilidad.
- Disponer de información en tiempo real de los indicadores clave en consumo de antibióticos, resistencias bacterianas y en sus consecuencias clínicas.
- Impulsar los programas multidisciplinares de vigilancia, prevención y control de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria junto a los de uso apropiado de los antimicrobianos, a semejanza del Programa PIRASOA de Andalucía y de programas similares en Cataluña.
- Crear la especialidad de enfermedades infecciosas y mantener la formación actual de los microbiólogos.
- Educar a los ciudadanos, desde la escuela a la universidad, en el buen uso de los antibióticos.
- Impulsar el desarrollo de nuevos antibióticos, participando en los ensayos clínicos y agilizando su incorporación a la práctica clínica. Investigar con los antibióticos disponibles para mejorar su eficacia y seguridad.
- Investigar en otras medidas, no antibióticas, para la prevención, control y tratamiento de las infecciones por bacterias multirresistentes.
- Optimizar las tasas de vacunación, particularmente frente a la gripe, de los profesionales sanitarios y de los ciudadanos.