Redacción, 05-11-2017.- Hoy 5 de noviembre la SEGG (Sociedad Española de Geriatría y Gerontología) y Lindor Ausonia celebran el #Día del Cuidador para rendir homenaje y reconocer el trabajo de aquellas personas que cuidan a sus mayores. Además, este año se ha puesto en marcha el proyecto “Un cuidador lo cambia todo” para informar y concienciar a la sociedad del trabajo que hacen estas personas.
Los cuidadores son personas cuya dedicación y cariño merecen todo nuestro respeto y reconocimiento. Un cuidado lo cambia todo, ya que dedican gran parte de su tiempo a cuidar a sus mayores de una forma generosa, a pesar de que su esfuerzo les pase factura física o mental. Preparar la comida, vestir o duchar a sus mayores, llevar a cabo gestiones administrativas o acompañar al paciente al médico son algunas de las tareas de su día a día. Esto conlleva que tengan que renunciar a sus hobbies o tiempo libre, repercutiendo de manera directa en su calidad de vida.
Los cuidadores tienen una importante carga física, psíquica y emocional, ya que el 84% de los mayores dependientes precisa de ayuda para su higiene; 8 de cada 10 para el vestido; 7 de cada 10 para realizar la limpieza del hogar. El 63% precisa ayuda para preparar comida y el 58% para alimentarse. Además, 6 de cada 10 necesita ayuda para gestiones administrativas.
No sólo los mayores dependientes necesitan ayuda en el día a día de sus tareas ordinarias, sino que dentro del ámbito sanitario también hay un alto grado de dependencia, el 85% requiere de ayuda a la hora de tomar medicamentos adecuadamente; el 62% estimulación cognitiva y casi 6 de cada 10 tiene incontinencia urinaria o fecal. Además, el 54% necesita algún tipo de cura y 5 de cada 10 precisa rehabilitación.
En numerosas ocasiones, el mayor no puede agradecer y reconocer la labor del cuidador, a pesar de que a estos les resultaría reconfortante y alentador. Esto es debido a que 5 de cada 10 mayores dependientes padecen demencia; el 19% tiene una actitud agresiva y de menosprecio, y un 15% tiene un sentimiento de rechazo.
Este estudio refleja claramente el grado de dependencia en las tareas diarias y en el ámbito sanitario, pero además, uno de los datos más reveladores, es el grado de
dependencia en el ámbito emocional. Un 90% necesita apoyo afectivo-emocional y un 76% depende de otras personas para entretenerse.
Y … ¿cómo afecta al cuidador física y mentalmente la labor que lleva a cabo? Observamos que más de la mitad de los cuidadores (54%) afirman que les ha supuesto cambios en sus vidas, imprimiéndoles alteraciones en su carácter y en su estado de ánimo. Al final, el tiempo libre de los cuidadores se ve afectado en un 82% y la vida familiar en un 70%, dos datos que repercuten de manera directa en el estilo de vida de los cuidadores.
Todo esto junto al grado de compromiso, hace que casi a un 60% les afecte a su estado de salud: 8 de cada 10 nota cansancio o fatiga y se encuentra estresado. El 76% presenta dolores osteoarticulares y dolor de espalda: 5 de cada 10 sufre insomnio y casi un 40% presenta dolores de cabeza.
Si profundizamos, observaremos que los principales problemas de salud mental o síntomas a nivel psicoafectivo afectan a un 49% de los cuidadores. Estos son la frustración e impotencia 73%; la ansiedad, irritabilidad o enfado 61%; la depresión o tristeza 57%; la soledad 35% y el sentimiento de culpa 30%
Pero realmente, ¿qué carencias y necesidades tiene el cuidador? Resulta llamativo ver que a un 60% de los cuidadores les gustaría disponer de tiempo para cuidarse, a un 56% les gustaría realizar ejercicios y técnicas de relajación y un 55% les gustaría saber decir NO ante demasiadas demandas.
Del mismo modo cuando se pregunta a los cuidadores acerca de las principales necesidades que tienen, subrayan el apoyo y el reconocimiento social (51%); la necesidad de ayuda económica (45%) y el apoyo psicológico y emocional (41%).