Redacción, 20-03-2021.- El 19 de marzo se celebra el 14º Día Mundial del Sueño, un evento internacional organizado por la World Sleep Society (WSS) que reúne a investigadores, profesionales de la salud y pacientes con el objetivo de reconocer el importante impacto del sueño en la salud.
Tal y como recoge la Sociedad Española de Sueño (SES), en esta ocasión, la efeméride se celebró bajo el lema “un sueño regular para un futuro saludable”, en lo que es un llamado a todos los profesionales del ámbito de la salud para defender y educar a la población sobre la importancia del sueño para lograr una calidad de vida óptima y mejorar la salud global.
No en vano, como hace años vienen demostrando muchos estudios científicos, un sueño regular, con unos horarios estables para acostarse y levantarse, está asociado a una mejor calidad del sueño.
Ésta última, a su vez, se correlaciona con unos mejores niveles de salud, un mejor estado de ánimo, y unos mayores rendimientos a nivel psicomotor y académico.
“Aquellas personas que duermen mejor tienen una esperanza de vida más larga, suelen tener un menor índice de algunas enfermedades como son las de tipo endocrinológico (diabetes y obesidad), las cardiovasculares o las cerebrovasculares, y también una menor incidencia de algunos tipos de tumores. De alguna forma el sueño es un proceso de reparación que, además de sobre el correcto funcionamiento del cerebro, tiene una enorme influencia sobre nuestra salud en general, incluido el sistema inmunológico”, explica el doctor Diego García Borreguero, coordinador de la SES para los actos del Día Mundial del Sueño.
En ese sentido, el doctor García Borreguero recuerda que durante el periodo de sueño se producen efectos beneficiosos para el funcionamiento del sistema inmunológico, especialmente en todo lo relacionado con la inmunidad celular.
“Buena parte de nuestra respuesta inmunológica ante un agresor externo como la Covid-19 va a depender de cuánto durmamos habitualmente. El sueño de calidad tiene un papel protector contra enfermedades infecciosas como la Covid-19 o la gripe. Es un aliado, ya que prepara mejor a nuestras defensas para repeler a enfermedades infecciosas. Dicho de otra forma: en la medida en que durmamos menos o peor de lo conveniente, nuestro sistema inmunológico va a estar más debilitado, lo cual nos hace más susceptibles al contagio”, argumenta.