Redacción, 30-11-2020.- El eslogan ‘lea las instrucciones de este medicamento y consulte al farmacéutico’ que todos hemos oído mil veces -es una letanía que recitan en todas las publicidades de fármacos- empieza a sonar ya a literatura fantástica. Casi debería poner ‘sabemos que va hacer lo que le dé la gana y que, de pedir consejo, acudirá a la vecina del quinto, que parece que todo lo sabe’. Suena a broma, ¿verdad? Pues se ajusta mucho a la realidad. Lo saben de buena tinta quienes están detrás de los mostradores de las farmacias.
Tal y como recoge el Diario de Navarra, Francesc Moranta, farmacéutico en Palma de Mallorca y coordinador del proyecto con adolescentes, confirma que “en España existe un déficit con respecto al uso racional de medicamentos, y eso que se produce un consumo notablemente mayor al de otras partes de Europa”. Es decir, tomamos muchos y sin conocimiento. Ahí va una lista de los errores más habituales, para que comprobemos que todos metemos alguna vez la pata.
- El ibuprofeno, de pie. Hay que tomarlo, preferiblemente, “en posición erguida durante varios minutos”, apunta Huarte.
- El antiácido (almagato, como el Almax), nunca con leche. Se anulan. Muchos medicamentos, al interactuar con ciertos alimentos, pierden sus propiedades. Quesos, embutidos, alcohol y legumbres pueden reaccionar con nitritos presentes en algunos fármacos.
- No conservar medicinas ni en el baño ni en la cocina. “Es un error muy común”, apunta Huarte. Los medicamentos hay que guardarlos en un lugar fresco y seco. Y la cocina y el baño (o el coche) están expuestos a cambios bruscos de temperatura y humedad.
- El blister de los medicamentos, nunca a la basura. Hay que echar a un contenedor de las farmacias (puntos SIGRE, de Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases) los medicamentos caducados o sobrantes.
- No es igual el ibuprofeno que el paracetamol. El paracetamol y el ibuprofeno se usan indistintamente. Hay ‘fans’ de lo uno y de lo otro. Aunque ambos valen como analgésicos para tratar dolores y para la fiebre, el ibuprofeno es antiinflamatorio y debemos dejarlo para cuando se requiera esta propiedad (dolor menstrual, lesiones musculares, artritis, dolor de muelas, anginas).
- ¿Omeprazol antes de los excesos? No vale de nada, según los expertos. No es un protector de estómago, como muchos creen. Inhibe los ácidos del estómago, por lo que puede ser hasta contraproducente.
- Partir las pastillas. La Sociedad Española de Farmacia alerta de la mala costumbre de partir algunas pastillas o abrir cápsulas. “Podrían sufrir alteraciones y provocar efectos indeseados.
- Jarabes, al final. Las personas que tienen que tomar varias medicaciones deben dejar los jarabes para el final, porque los medicamentos líquidos suelen hacer efecto bastante más rápido e interferir en el resto de fármacos.
- Cuidado con algunas plantas medicinales. Variedades como el hipérico (hierba de San Juan), el ginseng, el ginkgo o la equinácea pueden hacer que se potencie demasiado un fármaco o que, por el contrario, pierda su eficacia.
- Tomar las medicinas con la cantidad indicada de agua. Mucha gente las ingiere con zumo o leche, lo cual puede interferir en la medicación, advierten los especialistas. Las pastillas y las cápsulas deben tomarse con un vaso entero de agua.