Redacción, 29-10-2018. El dolor crónico abdominal engloba entre el 10% y el 19% de las consultas pediátricas, debido al estreñimiento funcional en la mayoría de los casos. Éste es uno de los temas centrales de la Guía de Algoritmos y Casos Clínicos en Patología Digestiva en Pediatría, que se ha presentado en el 32 Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), en Málaga. El trabajo ha sido realizado por miembros de la SEPEAP, en colaboración con Laboratorios Norgine, y tiene como objetivo aumentar los conocimientos y competencias de los profesionales de pediatría en asuntos sobre Gastroenterología y nutrición pediátrica.
Según estimaciones de la SEPEAP, teniendo en cuenta que la población menor de 16 años, según los datos demográficos del INE, ocupa un 15,9%, y que cerca del 20% son afectados por algún trastorno digestivo, persistente o prolongado, alrededor de 1,48 millones de niños se ven afectados en algún momento de su vida, sin tener en cuenta las gastroenteritis agudas. Por edades, en lactantes y niños de corta edad los problemas digestivos más frecuentes son los cólicos, el reflujo gastro-esofágico, las alergias alimentarias, fallo de medro y de forma algo menos habitual la celiaquía, sin olvidar las de origen infeccioso como la gastroenteritis. En el preescolar ya es frecuente el dolor abdominal crónico y el estreñimiento funcional, que siguen predominando en la preadolescencia, junto a otras como la infección por Helicobacter pylori (H.pylori) o la enfermedad inflamatoria intestinal”, afirma el doctor Anselmo Hernández, coordinador de la guía y miembro de la Junta Directiva de la SEPEAP.
Las patologías digestivas tanto de tipo funcional como inmunológico-inflamatorio se han incrementado. “Esto no se debe solo a que se tiene un mayor conocimiento sobre ellas y por lo tanto se diagnostican más, sino que existe un aumento real de los casos en el que están implicados factores medio-ambientales cambiantes y cambios alimenticios”, subraya el doctor Hernández. Estos trastornos siguen en aumento ya que “se consume una alimentación basada en productos más elaborados e incluso industriales que en la dieta mediterránea tradicional”, comenta el coordinador de la guía.