Redacción, 13-03-18. Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Clínica Mayo en Rochester (EE.UU.) ha confirmado que las personas que duermen poco o mal tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
De acuerdo con los resultados, según recoge el diario ‘ABC’, las personas mayores con una somnolencia diurna “fuera de lo normal” tienen una mayor acumulación de placas de beta-amiloide en sus cerebros.
Prashanthi Vemuri, directora de la investigación publicada en la revista ‘JAMA Neurology’, explica que “la somnolencia diurna excesiva en personas mayores sin demencia ya se ha asociado con una mayor acumulación de una proteína cerebral que actúa como un importante biomarcardor de la enfermedad de Alzheimer”. El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa causada por la destrucción progresiva de las neuronas cerebrales. Y esta destrucción se produce por la acumulación en el cerebro de ovillos neurofibrilares de proteína tau y de placas de proteína beta-amiloide, altamente tóxicos para las neuronas.
La detección de estas placas de beta-amiloide constituye hoy la única forma de diagnosticar precozmente la enfermedad. ¿Y nuestro organismo no hace nada para evitar la formación de estas placas? Lo hace, pero para ello necesita dormir. Es durante el sueño cuando el cerebro elimina la proteína beta-amiloide, previniendo la formación de placas y su acumulación. Tal es así que si el sueño es insuficiente o de mala calidad, no se produce la eliminación de estas placas.
Los autores contaron con la participación de 283 personas con 70 o más años, y en 63 de los casos, el 22,3% de la muestra, padecían un exceso de somnolencia diurna. Los resultados mostraron que los participantes que dormían poco o mal tenían una mayor acumulación de placas de beta-amiloide en regiones cerebrales asociadas al alzhéimer.