Redacción, 27-04-2015.- El doctor Jose Manuel Gonzalez Aramendi conoce de primera mano la importancia del ejercicio físico en la salud y la calidad de vida de las personas. Lo ha dejado de manifiesto en una entrevista publicada en ‘Noticias de Guipúzcoa’, donde ha respondido a las preguntas de Marco Rodrigo y Dani Sagastume.
PREGUNTA: Parece que Gipuzkoa se coloca a la vanguardia europea en lo que respecta a la práctica deportiva.
RESPUESTA: Quizás sí, pero con los estudios así realizados, como el informe especial publicado recientemente por el Eurobarómetro Sport and Physical Activity, en base a encuestas, hay que ser algo críticos, ya que las respuestas de los entrevistados, al ser subjetivas, pueden no reflejar con rigor la cantidad y la intensidad de las actividades realizadas.
PREGUNTA: ¿Usted dispone de nuevos datos a los reflejados en los estudios?
RESPUESTA: Todos los estudios sobre hábitos de actividad en grandes poblaciones presentan estos grados de inexactitud. Yo creo, por los datos que manejo, que el 50 por ciento de la población vasca puede decirse que es sedentaria, mientras que la otra mitad realiza actividades físicas en mayor o menor medida.
PREGUNTA: ¿De verdad es tan necesario el ejercicio físico para las personas?
RESPUESTA: Soy de los más convencidos de ello. El ejercicio físico regular es fundamental para crecer y para envejecer con salud. Tiene efectos positivos en la salud de prácticamente todos los sistemas corporales. Roy J. Shephard, una de las personas que más se ha dedicado al estudio de la actividad física y la salud, escribió en uno de sus libros que «la medicina no ha descubierto aún la piedra filosofal que nos confiera la inmortalidad; pero la capacidad del ejercicio físico regular de reducir la edad biológica en diez o 20 años no es en absoluto un milagro».
PREGUNTA: La OMS recomienda una hora al día. ¿Con caminar puede ser suficiente?
RESPUESTA: Caminar es la fórmula más fácil y asequible de ejercicio aeróbico para la mayor parte de las personas. Podemos realizar otras actividades más cercanas al ámbito deportivo, como correr, nadar, jugar o remar, a un ritmo moderado. Sería bueno complementarlo con algunos ejercicios de fuerza-resistencia con pequeñas cargas, con máquinas, o con el propio peso corporal. Y realizar también ejercicios de elasticidad periódicamente. Sumándolo todo, se trata de completar una hora al día.
PREGUNTA: Se trata de quemar calorías… y de algo más ¿no es así?
RESPUESTA: Efectivamente. Para realizar ejercicio físico activamos el metabolismo, y eso supone un plus de calorías gastadas. Pero no tantas como muchos quisieran. Si miráramos atrás veríamos que, en nuestro devenir como especie, hemos pasado la mayor parte de nuestra existencia ingiriendo pocas calorías, y manteniendo niveles de actividad más elevados que los actuales. En este ambiente muchas veces de hambruna, nuestro organismo ha aprendido a «economizar». Y ese legado lo llevamos dentro.
PREGUNTA: ¿Se refiere a patologías que inciden en la calidad de vida, o también a dolencias de importancia vital?
RESPUESTA: A todas ellas. Los infartos de miocardio y otras afecciones cardiovasculares tienen que ver con los niveles de colesterol circulantes por sangre, con la tensión arterial elevada, con el hábito de fumar… y con el sedentarismo. El riesgo relativo de padecer cáncer de colon es menor en personas que realizan actividad física regular, debido básicamente a que en el primer caso al ejercitarnos favorecemos el peristaltismo intestinal facilitando el paso de las heces; y también es menor el riesgo de cáncer de mama por menor exposición de la mama a los estrógenos.
PREGUNTA: ¿Qué dice de la longevidad?
RESPUESTA: Estudios recientemente publicados, realizados con grupos de población muy importantes (estoy hablando del orden de 650.000 personas) establecen estos vínculos actividad-longevidad. Los resultados muestran que si una persona camina entre 20 y 40 minutos diarios, su esperanza de vida aumentará en unos 3,4 años; que si camina entre 40 y 60 minutos diarios, lo hará del orden de 4,2 años; y que si una persona obesa e inactiva reduce su peso y se pone en forma, puede llegar a vivir 7,2 años de más. Son buenas noticias, salvo para los que no quieran vivir más, claro.