Redacción, 25-09-2020.- Los contagios de Covid-19 en la situación actual son más probables en el ámbito familiar que en los colegios, según ha indicado Rafael González de Caldas, pediatra de Quirónsalud Córdoba, que ha destacado que la seguridad en las escuelas es alta, por lo que hay que ser constantes en el uso de mascarillas, mantener la distancia de seguridad, realizar la higiene de manos y ventilar los recintos, favoreciendo la realización de actividades al aire libre.
El doctor González de Caldas ha explicado que, según los conocimientos adquiridos desde el inicio de la pandemia por Covid-19 – que ha afectado a más de 40 millones de niños en todo el mundo -, parece que estos no son una población especialmente vulnerable a los efectos graves de la infección. Tal y como recoge Quirónsalud, los casos de enfermedad pediátrica grave son infrecuentes y en la mayoría de los casos transcurren de forma leve o incluso asintomática.
No obstante, la escuela puede ser un lugar de contagio y transmisión, por lo que es recomendable seguir una serie de indicaciones que faciliten la presencia en las clases. Es fundamental, según el pediatra, respetar el uso de mascarillas, que debe ir acompañado de una labor de educación por parte de familias y educadores, con el objetivo principal de obtener la cooperación, el aprendizaje y la concienciación de la necesidad de uso por los niños y adolescentes.
Así, debe instaurarse esta «cultura de la protección» en los niños ya desde los 3 años, intentando que se acostumbren a llevar la mascarilla el mayor tiempo posible.
Los mayores de 6 años deben usarla en todo momento, dentro y fuera de las aulas.
No es recomendable de forma general que los niños menores de dos años lleven mascarilla por las dificultades y riesgos que puede suponer como el de asfixia, pero en la vida diaria y con vigilancia familiar, los pequeños entre 2 y 6 años pueden llevar mascarilla siempre que los padres lo consideren y se responsabilicen de su buen uso.
El uso de la mascarilla es de gran importancia también si se va a contactar con personas no convivientes a menos de dos metros, en sitios cerrados, si el niño tiene alguna patología crónica, o está inmunodeprimido o recibiendo fármacos inmunosupresores, o si tiene que estar en contacto con personas con patología crónica no convivientes o mayores de 60 años.