El doctor Gonzalo Pin, pediatra especialista en sueño y portavoz de la Asociación Española de Pediatría (AEP), aborda cómo influye el cambio de hora en los más pequeños: “el reloj biológico de los niños puede tardar en ajustarse varios días, e incluso una semana, provocando alteraciones en la vigilia del sueño, desorden del apetito, irritabilidad, problemas de atención o pequeñas alteraciones del ritmo cardiovascular”.
