Redacción, 05-08-2014.- A pesar de que la pediculosis no afecta a un género en concreto ni a una edad concreta, los piojos son más habituales entre los tres y los once años de edad y las niñas son más propensas a padecerlos.
Aunque la razón no está clara, parece que es debido a la longitud del cabello, ha explicado a Europa Press el jefe de la Unidad de Pediatría Social del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, el doctor Jesús García Pérez.
Los piojos son unos parásitos de entre 2 y 3 milímetros de color marrón grisáceo, que habitan en el cuero cabelludo y cuya alimentación habitual es la sangre humana, por eso producen fuertes picores en la cabeza.
Sin embargo, uno de los grandes mitos sobre estos parásitos de que vuelan de cabeza a cabeza es falso, ya que en realidad se contagian por el contacto directo entre cabezas y por aquellos objetos que han estado en contacto con esta.
Además, los piojos aparecen durante todo el año, no tiene una época concreta, pero sí es verdad que su aparición se puede agravar con las altas temperaturas.
El doctor destaca que es importante que «cuando los padres observan que el niño se rasca comprueben si están infectados. Si es así, hay que lavar el cabello, aclararlo e ir separando mechones para controlar la zona donde pueden estar albergados».