Redacción, 15-07-2014.- La alergia ha dejado de ser un problema solo de primavera y ahora está presente en todas las estaciones del año. El doctor Miguel Hinojosa, consultor senior de Alergología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, tiene una consulta por la que pasan a diario decenas de personas con casos muy diferentes. Por eso, «hay que actuar a varios niveles, tocar varios palos ante un caso de alergia», explica a la revista ‘Hola’.
PREGUNTA: El número de afectados por las alergias se ha disparado’. ¿Es así? ¿Cuál es el motivo? ¿Cree que se está produciendo un sobrediagnóstico de este tipo de afecciones?
RESPUESTA: Hay varios factores que influyen. El primero es que hay un mayor número de profesionales alergólogos en nuestro país y en todo el mundo. Y además, hay muchas más sustancias a las que sensibilizarse que antes: ha aumentado el número de alergenos. Por ejemplo, en el caso de los alergenos alimentarios.
PREGUNTA: ¿Influye la contaminación en el aumento de las alergias en las ciudades?
RESPUESTA: Así es. El efecto de las partículas diesel de los coches comenzó a observarse en los años 90 en Japón. Se dieron cuenta de que los individuos que vivían al lado de las autopistas sufrían más alergias respiratorias que aquellos que no lo hacían.
PREGUNTA: ¿Es más complicado ser alérgico en la ciudad o en el campo?
RESPUESTA: Antes era en el campo, y sigue siendo importante allí, porque estamos más expuestos a la floración, a la vegetación… Pero en las ciudades hay muchos parques y tenemos el gran problema de la contaminación de la que hablábamos antes.
PREGUNTA: Hasta ahora siempre hablábamos de alergia primaveral, pero para muchas personas ha dejado de ser un problema puramente estacional, ¿cuál es el motivo?
RESPUESTA: Hay alérgenos prácticamente en todas las épocas del año, siendo todavía la más importante la primavera, pues en abril, mayo y junio es cuando florecen las gramíneas, que son, con mucho, el tipo de pólenes que más alergias respiratorias dan, sobre todo rinitis y asma bronquial alérgica. Pero, además, en enero y febrero tenemos el polen de las cupresáceas, de las que nos encontramos muchas por ejemplo en Madrid.