Redacción, 02-01-2020.- El doctor Raymond Miralbell, director médico de Protonterapia de Quirónsalud, aborda en una entrevista con el periódico La Razón, la protonterapia y sus beneficios en la salud.
A continuación se recoge parte de la entrevista.
Pregunta- ¿Cómo surge la protonterapia como terapia contra el cáncer?
Respuesta- La primera unidad de protonterapia a nivel mundial fue instalada en Estados Unidos a finales de 1959. Ya en 1946, Wilson, físico americano del Harvard Cyclotron Laborator y de dicha Universidad, propuso que los haces de protones podían constituir una excelente alternativa a la radioterapia «convencional» con rayos X (fotones).
P-¿Cómo funciona?
R- Los protones, por definición, son partículas subatómicas con carga positiva contenidas en el núcleo de los átomos. En terapia, se producen a partir de átomos de hidrógeno, a los que se extrae el único electrón del que disponen. Los haces de protones se obtienen en potentes aceleradores y sus características físicas les permiten «esculpir» de manera óptima la dosis en el tumor y a su alrededor respetando de manera los tejidos sanos circundantes.
P- Además de tratar el cáncer, ¿qué otras aplicaciones tiene?
R-Entendiendo como tumores no cancerosos aquellos que no diseminan en forma de metástasis, existen algunos que pueden ser tributarios de tratamientos con protones: ciertos tumores benignos de los nervios craneales (neurinomas), del cuello (paragangliomas) o de la región hipofisiaria (craniofaringiomas). También, malformaciones vasculares cerebrales. En un futuro próximo, la precisión de haces de protones ultrafocalizados («microbeams») deberán ser considerados para el tratamiento de determinadas arritmias cardíacas.