Redacción, 23-04-2015.- Los derrames en los ojos son procesos muy aparatosos ya que suponen la dispersión de la sangre a todo el ojo a través de sus distintas capas pero como todo hematoma no revisten gravedad. Sus posibles causas son muchas, desde pequeños traumas hasta la tos o un estornudo, un ascenso de la presión intraocular, un rascado o frotarse el ojo.
Según explica a Infosalus el doctor Moisés Robledo del Corro, secretario de Información de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), en consulta cuando llega una persona con un derrame lo primero que se hace es transmitir tranquilidad y tomarle la tensión. «Alguna vez se observa en pacientes con hipertensión, en los que un aumento de la tensión ha dado lugar al derrame pero esto sucede en pocos casos.
Se examina si se están tomando antiagregantes (‘Aspirina’) o anticoagulantes (‘Sintrom’) ya que estas personas son más propensas a los hematomas en la piel o a sangrar por la nariz», explica Robledo del Corro.