Con motivo del Día Mundial del Sueño que se celebró días atrás, doctora Laura Lillo, que trabaja en la Consulta de Patología del Sueño del Servicio de Neurología del Hospital La Luz, explica que el sueño lento profundo parece tener una función neuroprotectora, ya que favorece la eliminación de sustancias de desecho y desgaste celular, como el péptido Beta-amiloide y la proteína tau, ambas implicadas en la enfermedad de Alzheimer.
“Así, la evidencia científica sugiere que las patologías del sueño, que reducen su duración y calidad, como el insomnio y el Síndrome de Apnea/Hipopnea del sueño, aumentan el riesgo de presentar demencia, y aceleran el curso de la misma”, afirma la doctora Lillo. Por eso, siempre que uno presente dificultad para dormir, de cualquier origen, es fundamental buscar la ayuda de un especialista en Medicina del Sueño. “El adecuado diagnóstico y tratamiento de las patologías del sueño, es la mejor manera de proteger nuestro cerebro frente al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas”, asevera esta especialista.