Redacción, 17-08-2019.- A pesar de las numerosas campañas que se han llevado a cabo en los últimos años para concienciar a la población de los efectos nocivos del sol, el cáncer de piel continúa en ascenso. La buena noticia es que el incremento de la prevención asociada a una mayor concienciación social y el diagnóstico cada vez más temprano están logrando reducir la mortalidad asociada a estos tumores, según HM Hospitales.
La Dra. Raquel Novo, jefa del Servicio de Dermatología de los hospitales universitarios HM Puerta del Sur y HM Montepríncipe, asegura que la primera medida es “no quemarse jamás”. La piel, como suelen recordar los dermatólogos, tiene memoria y el hecho de habernos quemado en el pasado supone un mayor riesgo de cáncer en el futuro. Si ya hemos sufrido una quemadura solar “no debemos permitir que vuelva a ocurrir”, ya que los estudios aseguran que “el riesgo de cáncer aumenta a partir de haber sufrido cinco quemaduras en la infancia”, explica la dermatóloga.
Acudir al dermatólogo para revisar nuestra piel y evaluar posibles lesiones es fundamental, como también protegernos adecuadamente del sol. Un hábito que debemos adquirir desde la infancia y mantener durante toda la vida tanto por cuestiones estéticas como de salud.
En el caso de los bebés, subraya la Dra. Novo, “no es aconsejable exponerles al sol en ningún caso. Tenemos que vestirles con ropa larga, fresca, ponerles gorro y que estén a la sombra en todo momento. Cuando son un poco mayores, recomiendo utilizar filtros minerales, que no penetran en la piel sino que forman una película sobre la que ‘rebota’ la radiación solar”.
En el caso de las personas mayores “la piel se vuelve delicada y, además, ya está dañada por la radiación que ha recibido a lo largo de la vida”. Por ello, aconseja utilizar fotoprotectores con factor 50 y reaplicarlos cada dos horas.