Redacción.- 1-01-18 Los castigos pueden no ser efectivos para conseguir que las personas sean más solidarias, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores de las universidades de Hokkaido en Japón y de la Politécnica del Noroeste en China.
Según recoge El Economista, en los estudios teóricos, el castigo a menudo se ha visto como una solución para obligar a las personas a ser más cooperativas, si bien los científicos asiáticos han querido realizar un ‘experimento de dilema social’ para comprobar si realmente castigar a una persona mejorar el nivel general de cooperación social.
Para ello, reclutaron a 225 estudiantes a los que pidieron que, en tres grupos diferentes, jugaran 50 rondas del juego ‘el dilema del prisionero’.
Los investigadores observaron que agregar la opción ‘castigo’ al juego no mejoraba el nivel de solidaridad.
A raíz de estos resultados, los científicos han comentado que el castigo puede tener un efecto desmoralizador, puesto que las personas que son castigadas pueden ver desaparecer sus logros en un corto periodo de tiempo y reducir su interés en elegir solidarizarse con los otros frente a competir.