Redacción, 22-01-2016.- El ejercicio físico ha demostrado ser un «tratamiento» eficaz para mejorar la calidad de vida no solo en los niños sanos, sino también en los que padecen enfermedades como la fibrosis quística o cáncer. Según los resultados de un estudio reciente en niños con leucemia linfoplástica aguda, la incorporación del ejercicio físico a la terapia mejora su condición física entre un 15 y un 20%. Lo mismo ocurre con niños con fibrosis quística, quienes ven reducida su posibilidad de ingreso en un 10%. Así lo han asegurado expertos de la Asociación Española de Pediatría (AEP) durante la Mesa Redonda del Comité de Actividad Física de la Asociación Española de Pediatría que se celebra este jueves en Zaragoza, en el marco de la presentación del proyecto norteamericano «Exervise is Medicine». Esta iniciativa internacional para potenciar la prescripción de ejercicio físico como parte de la prevención y tratamiento de enfermedades cuenta con la colaboración del Comité de Actividad Física de la AEP así como con la colaboración de diferentes especialistas de los pacientes en edad pediátrica.
Según explica el doctor José Antonio Casajús, miembro del Comité de Actividad Física de la AEP y coordinador del programa ‘Exersice is Medicine’ en España, los beneficios que aporta el ejercicio a los niños con fibrosis quística o cáncer son indiscutibles: «por lo general -explica- existe un exceso de sobreprotección hacia estos niños. Sin embargo, las evidencias científicas demuestran que haciendo ejercicio mejoran su calidad de vida».Los datos demuestran que incluir la actividad física dentro de las necesidades terapéuticas de estos pacientes reduce los efectos secundarios de la medicación.