Redacción, 26-09-2020.- Alrededor del 25% de los niños con desarrollo neurotípico presenta algún problema de sueño. Esta cifra, sin embargo, se dispara hasta el 63% en el caso de los menores diagnosticados con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y un punto más, hasta el 64%, en el caso de los niños y niñas que presentan un trastorno del espectro autista.
Esta diferencia se mantiene incluso en el caso de gemelos: si uno de los gemelos es diagnosticado de autismo tiene hasta un 47% de probabilidades de tener trastornos del sueño, frente al 16% de posibilidades de su gemelo con desarrollo neurotípico, según recoge la Sociedad Española de Sueño (SES).
El doctor Gonzalo Pin Arboledas, jefe del Servicio de Pediatría y la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia, afirma que “hoy sabemos que hay tres bases fisiopatológicas que justifican las alternaciones del sueño en los niños con trastornos del neurodesarrollo. Por un lado, un aumento de la actividad del sistema orexígeno; por otro, una disminución de la actividad del sistema serotoninérgico, que indica una caída en la actividad del sistema melatoninégico; y, por último una disminución de la proporción del sueño REM”.
Durante su ponencia Sueño en el neurodesarrollo, incluida dentro del programa de la XXVIII Reunión Anual de la SES, que se celebra estos días en formato virtual, Pin Arboledas ha destacado también que, aunque más de seis de cada diez niños con trastorno del espectro autista presenta estos trastornos del sueño, sólo un 30% de los casos está diagnosticado y tratado. Un dato relevante, ya que solo un 8,3% de los niños con trastorno del espectro autista que tienen problemas de sueño en las primeras etapas de la vida mejoran espontáneamente, mientras que la cifra alcanza el 52% en el caso de los niños con desarrollo neurotípico.