Redacción, 24-07-2019.- El riesgo de contraer infecciones urinarias se incrementa en verano como consecuencia de permanecer con el bañador húmedo durante un tiempo prolongado y por el aumento de las relaciones sexuales. De hecho, de las personas que sufren cistitis, el 60% la tienen en verano,
El Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) que, junto con el Centro de Información de la Cistitis han editado el informe Cistitis y verano, en el que advierten sobre la importancia de seguir una serie de medidas higiénico-dietéticas para prevenir su aparición, sobre todo en los casos de cistitis recurrentes. En este sentido, aconsejan la toma de preparados farmacéuticos a base de arándano rojo o cranberry, junto a plantas medicinales como el brezo, que ayudan a mantener el bienestar urinario.
Según el informe cerca del 60% de las mujeres sufrirá algún episodio a lo largo de su vida, según la última guía publicada por la Academia Americana de Urología. Además, se estima que entre el 20 y el 40% de las mujeres que han tenido un episodio de cistitis previa experimentará un episodio adicional posterior, y de ellas entre el 25 y el 50% sufrirá múltiples episodios recurrentes, considerando como tal 3 episodios en un año y 2 en seis meses.
“La humedad y las altas temperaturas, son dos condiciones ambientales que favorecen el crecimiento de este tipo de bacterias en verano. Por ello, el permanecer con el traje de baño húmedo durante mucho tiempo puede ser un factor de riesgo para la cistitis en esta época”, subraya el doctor Miguel Martín Almendros, médico de Atención Primaria y miembro de la Junta Directiva de INFITO.
Otro factor de riesgo que puede incrementar las posibilidades de tener cistitis en verano es el aumento de las relaciones sexuales. “El ritmo de vida durante la etapa estival disminuye y hay más tiempo libre por lo que es normal que suelan aumentar. Muchas mujeres asocian el sexo con la cistitis, lo que se conoce como cistitis postcoital, la cual sucede porque durante el coito se favorece el paso de bacterias hacia la uretra, más corta en las mujeres y por eso hay mayor prevalencia en el género femenino”, subraya el doctor Martín Almendros.