Redacción 10-07-2019.-Investigadores del CIBEROBN, de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili y IISPV han llevado a cabo una revisión sistemática y metanálisis (uno de los diseños de estudios con un mayor nivel de evidencia científica) de toda la literatura científica existente, en relación a estudios epidemiológicos que hubieran evaluado la asociación entre consumo de lácteos y el riesgo de cáncer colorrectal. Según dicho estudio el consumo más elevado de lácteos se asocia a una disminución del 20% del riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. En el caso de la leche (entera, desnatada y semidesnatada), un consumo alto se asoció a un 18% menos de riesgo de desarrollar este tipo de cáncer en cualquier de las localizaciones anatómicas, incluyendo el colon y el recto.
Una de las observaciones fue que el consumo de queso y de leche desnatada se relacionó con menos riesgo de desarrollar cáncer de colon proximal.
Por otro lado no se detectó un incremento o disminución del riesgo de desarrollar cáncer colorrectal en relación con el consumo otros subtipos de lácteos, como el yogur o la leche fermentada. Tampoco se observó que los lácteos con un mayor contenido en grasa, como la leche o el yogur enteros, se asociaran con un incremento del riesgo de sufrir cáncer colorrectal.
El calcio contenido en los lácteos, que aportan la mayor parte del calcio de la dieta, ha sido uno de los potenciales mecanismos sugeridos que explicarían este menor riesgo de sufrir cáncer colorrectal. Se ha sugerido que el calcio podría ejercer efectos antitumorales mediante diferentes mecanismos. Además, otros componentes naturalmente presentes en los lácteos como el ácido butírico, la lactoferrina, el ácido linoleico conjugado y la vitamina D en los lácteos fortificados también podrían tener un efecto protector.
Según los investigadores de este estudio, si bien estos resultados muestran que la leche desnatada se asocia a un menor riesgo de cáncer colorrectal, los resultados no muestran un riesgo derivado del consumo de lácteos enteros. Por lo tanto, no hay motivo para desaconsejarlos. A pesar de que se necesitan más estudios en este ámbito, debido a los beneficios observados del consumo de los lácteos, parecería razonable promover el consumo de leche, según los expertos.