“En el Estado español, la tasa de mujeres embarazadas de entre 15 y 19 años es de un 26,4 por 1000, una de las más bajas de la Unión Europea”, han afirmado el doctor Ferran A. Moraga-Llop, presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría de la Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña y de Baleares y el doctor Antoni Martinez Roig, coordinador de la IV Jornada multidisciplinaria y del Grupo de Trabajo de Pediatría Social.
Así mismo, el doctor Moraga-Llop ha señalado que “el embarazo en la adolescencia se trata de un hecho que se incrementó de forma extraordinaria en la década de los años 50 del siglo pasado, en países como Estados Unidos y Gran Bretaña. Según la OMS, cerca del 11% de los nacimientos en el mundo son de mujeres de entre 15 y 19 años y el 95% de estos se producen en países de renta baja”.
Por otro lado, según el Instituto De Estadísticas de Cataluña (IDESCAT), en el año 2009 hubo 9 nacimientos de madres de hasta 15 años y 1.813 de mujeres de entre 15 y 19 años en Cataluña. El año 2010, 23 bebés de madres de hasta 15 años y 1.632 de entre 15 y 19 años. Finalmente, el 2011, 27 nacidos de madres de hasta 15 años y 1.477 de entre 15 y 19 años.
Según la misma fuente, en 2011 hubo 22.614 interrupciones voluntarias del embarazo, de las que el 0,4% fueron en menores de 15 años y el 11,1% en chicas de entre 15 y 19 años. Durante el año 2012 hubo 21.956 interrupciones, de las que el 0,5% fueron en menores de 15 años y un 11,6% de entre 15 y 19 años.
Para el presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría, hay una serie de aspectos diferenciales a valorar en el embarazo de la gestante adolescente. Entre ellos encontramos la voluntariedad o no del embarazo, el papel de la pareja, las diferencias que pueden haber según el entorno social, la precocidad de las relaciones y el tipo de educación sexual y de los métodos anticonceptivos, el papel del entorno familiar y las situaciones de riesgo que pueden predisponer a la gestación.
“Un hecho importante es que hay que considerar que la adolescente no siempre quiere tener el bebé. Hay unos factores que influyen en la decisión como la dificultad de comunicarlo a la familia cuando es voluntario, los sentimientos de miedo e inseguridad, el rechazo social, el cambio de vida con el probable abandono de los estudios y la falta de formación laboral, sin olvidar que son adolescentes y quieren continuar haciendo actividades propias de la edad”, ha resumido el pediatra Moraga-Llop.