Redacción, 30-11-2020.- El farmacéutico comunitario se ha convertido desde hace décadas en un aliado fundamental en la prevención del VIH y en el seguimiento de los tratamientos de las personas VIH-positivo, especialmente en aquellas que presentan comorbilidades.
Así se pone de manifiesto en el documento ¿Qué puede ofrecer la farmacia comunitaria en relación a la infección por VIH?, que con motivo del Día Mundial del Sida ha presentado el Consejo General de Farmacéuticos y en el que se destacan las 10 principales acciones que los farmacéuticos comunitarios llevan a cabo en este ámbito. Además, a lo largo de 2019, 275 farmacias de Asturias, Castilla y León, Cantabria, Cataluña, Islas Baleares, País Vasco y Ceuta, realizaron 6.802 pruebas rápidas de detección del VIH; que se suman a la dispensación de tests de autodiagnóstico que ofrecen el conjunto de la red de 22.102 farmacias desde hace tres años
Tal y como recoge Portalfarma, el documento presentado por el Consejo General repasa las actividades asistenciales que desarrollan las farmacias en relación con la prevención y el abordaje de la persona VIH-positivo, paciente que además de tratamiento antirretroviral, necesita de otros medicamentos para otras patologías que se le dispensan desde la farmacia comunitaria. Así, en el ámbito de la prevención los farmacéuticos promueven intervenciones de educación sanitaria y promoción de la salud, y contribuyen a minimizar el riesgo de transmisión con programas de intercambio de jeringuillas y provisión de material estéril de inyección para usuarios de drogas por vía parenteral. La detección precoz desde la farmacia es una constate mediante la realización de pruebas rápidas en programas autonómicos y la dispensación del autotest de VIH.
Comorbilidad y cronicidad
Estos pacientes son tratados en el ámbito hospitalario a través de los Servicios de Farmacia Hospitalaria con medicamentos antirretrovirales, que han permitido cronificar la infección. Pero además, presentan en muchas ocasiones comorbilidades – diabetes o enfermedades cardiovasculares – motivo por el que es fundamental el seguimiento que se realiza desde la farmacia comunitaria para contribuir a la seguridad de los tratamientos y evitar errores asociados a la medicación. En este sentido, el farmacéutico comunitario hace especial hincapié en la necesidad de cumplir con las pautas, ofreciendo el Servicio de Adherencia Terapéutica; y en la seguridad de los mismos con el Servicio de Seguimiento Farmacoterapéutico.
En palabras de Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, “la cercanía y accesibilidad de las farmacias comunitarias favorecen las labores de prevención que lleva a cabo con el VIH; pero además los servicios que ofrecen las farmacias de detección precoz y seguimiento están contribuyendo sin duda a minimizar el impacto, normalizar la situación de estos pacientes y mejorar su calidad de vida”.