Redacción, 04-04-18. Tal y como recoge el Centro Médico Alomar, actualmente al menos 300.000 pacientes padecen de párkinson en España lo que la convierte en la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, solo por detrás de la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Párkinson tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente y un gasto sociosanitario de hasta más de 17.000€ anuales por paciente, cifra que se verá incrementado debido al envejecimiento de la población, según la Fundación del Cerebro.
La severidad de la enfermedad y el grado de discapacidad ocasionado tanto por síntomas motores como no motores contribuyen notablemente al incremento de los costes, tanto directos como indirectos derivados de la enfermedad de Parkinson.
El gasto farmacológico es el que supone una mayor carga económica para el sistema sanitario, ocupando el 34% de los gastos directos. De este gasto farmacológico, el 83% es destinado a fármacos dopaminérgicos u otros que pudieran estar indicados para la reducción del temblor. En este sentido, el uso de terapias avanzadas para la reducción del temblor como ResoFus no sólo supone menos gastos asociados a tratamientos farmacológicos, sino que al disminuir el grado de discapacidad y mejorar la calidad de vida del paciente también se reducen los costes indirectos e intangibles, como por ejemplo los derivados de las visitas médicas y las terapias complementarias.
A pesar de que el mayor número de casos son diagnosticados en pacientes entre 60 y 70 años, la mayor incidencia en los hombres es entre los 70-74 años, mientras que en las mujeres aumenta progresivamente hasta los 85 años, según la Fundación Cerebro. “Pese a estas cifras de incidencia, los pacientes de edades elevadas no son candidatos a la cirugía convencional, por los riesgos que conllevan las operaciones craneales abiertas, y sus opciones de tratamiento se ven reducidas al tratamiento farmacológico”, explica el Dr. Francesc Valldeoriola, neurólogo consultor de Centro Médico Alomar especializado en párkinson y trastornos del movimiento y miembro de la International Parkinson’s Disease and Movement Disorders Society. “Al ser una técnica no invasiva, ResoFus puede ser una opción para los pacientes con temblor esencial fármaco-resistente o para pacientes de elevada edad que actualmente no son candidatos a cirugía convencional por los riesgos que conllevan las operaciones craneales abiertas”, explica el especialista.