Redacción, 02-06-2014.- El Rey Juan Carlos ha anunciado su decisión de renunciar al trono en favor de su hijo para dar paso «a una generación más joven, con nuevas energías», que pueda emprender reformas y hacer real el impulso de «renovación y superación», tras las «serias cicatrices» que ha causado la «larga y profunda crisis».
«Hoy merece la pena pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura está demandando y afrontar con renovada intensidad y dedicación los desafíos», ha dicho en un mensaje grabado y difundido por televisión.
Don Juan Carlos ha aludido a la «la larga y profunda crisis» que padece España y ha reconocido que «ha dejado serias cicatrices en el tejido social», pero cree que también deja «un futuro cargado de esperanza» y que ha permitido «hacer balance autocrítico» de los «errores» y las «limitaciones» de la sociedad.
En su opinión, la crisis «ha reavivado la conciencia orgullosa» de lo que saben hacer los españoles y de lo que es España, «una gran nación» y ha «despertado un impulso de renovación, de superación, de corregir errores y abrir camino a un futuro decididamente mejor».
«En la forja de ese futuro, una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista, el mismo que correspondió en una coyuntura crucial de nuestra historia a la generación a la que yo pertenezco», ha explicado Don Juan Carlos.
El Rey ha subrayado que su única ambición «es y seguirá siendo siempre contribuir a lograr el bienestar y el progreso en libertad de todos los españoles». «Quiero lo mejor para España, a la que he dedicado mi vida entera y a cuyo servicio he puesto todas mis capacidades, mi ilusión y mi trabajo», ha dicho.
Don Juan Carlos se ha referido a su padre, el Conde de Barcelona, para decir que ha sido fiel a su «anhelo político» de ser «Rey de todos los españoles» y ha tenido palabras también para su hijo, el heredero de la Corona, destacando que «encarna la estabilidad, que es seña de identidad de la institución monárquica».
Además, ha explicado que fue el pasado enero, cuando cumplió 76 años, cuando consideró que había llegado el momento de «preparar en unos meses el relevo para dejar paso a quien se encuentra en inmejorables condiciones de asegurar esa estabilidad». Esa decisión la ha puesto en práctica «una vez recuperado tanto físicamente» como en su «actividad institucional».
El Rey ha destacado que Don Felipe tiene «la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesarios para asumir con plenas garantías la Jefatura del Estado» y además «abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación».