Redacción, 07-02-2014.- El seguimiento de embolias transitorias con neuroimagen y estudios vasculares evita el desarrollo del ictus, según las conclusiones a las que han llegado investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Beida (IRBLleida) y especialistas del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida de Lleida. Ambos equipos lideran el proyecto español de manejo y evolución de pacientes con ataque isquémico transitorio (Promapa) desde 2008, ha precisado este viernes el IRBLleida en un comunicado. El proyecto, en el que participan 30 hospitales de España ha permitido analizar los datos de 1.137 pacientes con un ataque isquémico transitorio (AIT) o embolia transitoria.
En el estudio, liderado por Francesc Purroy, del Grupo de Investigación Neurociencias Clínicas del IRBLleida, ha hecho un seguimiento especializado de pacientes con AIT usando una combinación de las técnicas de neuroimagen y de ultranosografía. Los investigadores han utilizado estas técnicas para comprobar el funcionamiento de los vasos sanguíneos del cerebro y de las arterias carótidas, las encargadas de llevar la sangre del corazón directamente al cerebro.
Los resultados del estudio revelan que paciente con AIT tienen alto riesgo de sufrir ictus y los que tienen un bajor riesgo, resultados que ha han sido publicados en revistas de impacto internacional. Según el IRBLleida, los pacientes que han sufrido una embolia transitoria tienen mucha probabilidades se acabar con ictus pocos días después. Apunta que aproximadamente un 20 por ciento de los paientes con ictus han sufrido ante algún aviso en forma de isquemia transitoria.
Los investigadores sostienen que estas pequeñas advertencias representan una gran oportunidad a los médicos especialistas para identificar estrategias de prevención de futuros infartos cerebrales que provoquen alteración en el habla, imposibilidad de caminar o alteración de la vista, entre otras consecuencias.
Según el IRBLleida, la combinación de las técnicas de diagnosis como las que utiliza en Hospital Arnau de Vilanova desde 2006 reduce el riesgo de ictus ya que los neurólogos pueden diagnosticar y tratar de forma individualizada a los pacientes con AIT.
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