Redacción, 04-01-2020.-La Navidad es una de las épocas del año más esperadas por los niños. Los Reyes Magos o Papá Noel son las figuras más deseadas durante las festividades, pero la ilusión con la que se les recibe puede verse mermada si los niños reciben más obsequios de los que pueden disfrutar o valorar.
Este hecho, tal y como recoge Sanitas, cada vez más extendido en la era del consumo masivo, se conoce en psicología como síndrome del niño hiperregalado. Se trata del sentimiento que genera recibir demasiados regalos, hasta el punto de no entender el valor de cada uno más allá del mero hecho material. Esto puede despertar sentimientos de egoísmo y consumismo entre los niños y generar, además, una baja tolerancia a la frustración, tendencia al aburrimiento y a las adicciones o empobrecimiento de su imaginación.
“Una buena oportunidad para enseñar a los niños a pensar de forma solidaria y evitar el pensamiento materialista es escribir con ellos la carta a los Reyes Magos. De esta forma, se les ayuda a comedir su impulso de elegir más regalos de los que les conviene recibir”, apunta Grecia de Jesús, psicóloga de Blua de Sanitas. Los regalos pueden servir como premio por el esfuerzo realizado durante el año y un obsequio por el buen comportamiento. Son los padres los que deben poner sentido común y hacer entender a los niños que los regalos no son lo más importante de la Navidad.
“Para controlar el gasto desmedido en regalos, los padres pueden seguir la regla de los cuatro regalos. Esto consiste en regalar a los niños algo que vayan a usar, como ropa o calzado, algo que necesiten, como una mochila para el colegio o algo relacionado con sus actividades extraescolares, algo para leer, y algo que deseen, ese regalo que han pedido con más ímpetu”, concluye Grecia de Jesús. Lo habitual es sólo regalar aquello que desean en grandes cantidades, pero de esta manera conseguimos un mayor equilibrio.
Aunque el número de regalos sea inferior al que el niño pueda esperar, presentarlos de una manera atractiva y compartir la ilusión con ellos hará que la emoción por cada uno de ellos sea mucho mayor.
Asimismo, donar los juguetes que ya no usan es una gran manera de mostrarles cómo ayudar a otras personas puede ser igual de gratificante que desenvolver un regalo.