Redacción, 17-07-2014.- La exposición constante al sol y al cloro en verano puede ocasionar problemas en los ojos a corto y largo plazo, así como la contaminación del aire, el polen, el aire acondicionado o la arena de la playa, según advierte la guía ‘Cuida tus ojos en verano’, elaborada por la Fundación Rementería.
El director médico de la fundación, Francisco Javier Hurtado, asegura que «el verano es la época del año en la que más sufren los ojos y, por tanto, hay que tener especial cuidado, sobre todo aquellas personas que suelen tener infecciones, ojo seco o usan lentes de contacto».
Según comenta este especialista, la radiación solar es la que más puede afectar a los ojos durante la época estival, ya que «puede provocar síndrome de ojo seco, cáncer de párpado, cataratas o el llamado ‘pterigium’, un trastorno que conlleva un crecimiento irregular de la conjuntiva que invade la córnea».
Un estudio publicado este año en la revista ‘Clinical Ophthalmology’ y llevado a cabo en centros de España, Francia, Suiza y Reino Unido, indica que «los efectos crónicos de los rayos ultravioleta sobre la córnea y el cristalino son acumulativos, por lo que en los niños es muy importante la protección ya que la transmisión es más alta a una edad más joven«.