Un número creciente de mujeres embarazadas está tomando metformina para tratar la diabetes gestacional o una afección llamada síndrome de ovario poliquístico (SOP); una causa común de infertilidad y que puede poner a las mujeres en riesgo de desarrollar diabetes y otros problemas metabólicos de salud.
El SOP afecta a un estimado de entre 7 u 10 por ciento de las mujeres en edad fértil, según la Red de Salud Hormonal. Cuando las mujeres embarazadas con SOP o diabetes gestacional toman metformina, el medicamento atraviesa la placenta y pasa al feto. «Nuestros hallazgos indican que los niños de mujeres que tomaron metformina para el SOP durante el embarazo tienen más probabilidades de cumplir los criterios de obesidad o sobrepeso que los niños cuyas madres recibieron un placebo durante el embarazo», señala el primer autor del estudio, Liv Guro Engen Hanem, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología en Trondheim, Noruega.
«Los resultados fueron sorprendentes, ya que la investigación pasada limitada en esta área había sugerido que la metformina tendría un efecto protector sobre la salud metabólica de los niños», recuerda este experto, cuyo equipo invitó a los padres de 292 niños que participaron en dos ensayos clínicos aleatorizados previos a formar parte de este estudio.
En los ensayos anteriores, a las mujeres embarazadas con SOP se les asignó a tomar metformina o un placebo durante la gestación. Los investigadores terminaron revisando el índice de masa corporal (IMC) y otras medidas en 161 niños nacidos después de los dos análisis anteriores.
A los cuatro años de edad, los niños cuyas madres se asignaron al azar a tomar metformina durante el embarazo tendieron a pesar más que los niños cuyas madres tomaron el placebo. Aunque la metformina no pareció afectar al peso al nacer, la tendencia se hizo evidente cuando los niños alcanzaron los seis meses de edad.