Redacción, 22-07-2014.- El verano es la época del año en la que se registran más traumatismos faciales y los niños son los más propensos a sufrirlas ya que aumentan sus actividades al aire libre y por tanto el riesgo de caídas es mayor, según advierte la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM).
Los expertos recuerdan que es importante “no bajar la guardia en esta época y prestarles mucha atención pues, en la mayoría de los casos, los accidentes se producen en trayectos cortos en los que se opta por no poner el casco al niño cuando monta en bici o no ponerle el cinturón en el coche”, señala el doctor Juan Antonio Hueto, de la Unidad de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Quirón de Barcelona.
En los meses de verano “se realizan más actividades al aire libre y deportes para los que no se está preparado ni acostumbrado, lo que incrementa el riesgo de caídas”, indica este especialista. Otro factor que influye en esta época son los accidentes de tráfico, “hay más desplazamientos por lo que hay más riesgo. Los traumatismos más frecuentes en la población infantil implican fractura nasal, de pómulo y mandibular, así como heridas.
Un informe elaborado por el Hospital de Cruces de Bilbao señala que la mayor incidencia de fracturas maxilofaciales en niños se encuentra entre los 8 y 10 años. En menores de cinco, son más habituales en la zona de la órbita y el hueso frontal, y a partir de esa edad en el maxilar y la mandíbula. La fractura más frecuente es la de los huesos de la nariz, seguida de la mandíbula, la órbita y el maxilar.