Redacción, 04-03-2021.- La obesidad es una enfermedad crónica con dimensión pandémica en el mundo occidental, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, y es actualmente uno de los retos más difíciles de afrontar en salud pública.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de obesidad en muchos países europeos se ha triplicado desde 1980, 30–70% de los adultos en la Unión Europea tienen sobrepeso y un 10–30% obesidad.
Globalmente, al menos 2,8 millones de personas mueren cada año como resultado del exceso de peso.
En España la prevalencia de sobrepeso estimada en la población adulta es del 39,3% y la de obesidad (IMC >30kg/m2) del 21,6% (el 22,8% en varones y el 20,5% en mujeres), y aumenta con la edad.
De seguir con el ritmo de crecimiento actual, en 2030 en España habrá 27,2 millones de adultos con exceso de peso, que conllevará un aumento del gasto sanitario actual en más de 3.081 millones de euros. Y según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en las próximas tres décadas el exceso de peso será responsable de 92 millones de muertes, reduciéndose la esperanza de vida en 3 años para el 2050.
Con el objetivo de dar a conocer que la obesidad es una enfermedad crónica con una gran repercusión en salud y que requiere de un manejo activo tanto en prevención como en tratamiento, se celebra cada 4 de marzo el Día Mundial de la Obesidad.
Esta enfermedad tiene poco reconocimiento, tanto por la sociedad como por el sistema sanitario. Datos de España del estudio ACTION-IO (Concienciación, Cuidado y Tratamiento en el Manejo de la Obesidad, una Observación Internacional) muestran que sólo el 59% de las personas con obesidad consideran que la obesidad es una enfermedad crónica, y un 80% de los encuestados consideran que la responsabilidad del tratamiento es únicamente suya.
Todo esto repercute en una demora importante en la consulta con el profesional sanitario hasta de 6 años, contribuyendo a una peor evolución de la enfermedad.