Redacción, 13-10-2018. Puede que el término “enfermedad de Lyme” no resulte familiar. Lo cierto es que se trata de una patología un tanto desconocida e infradiagnosticada que se transmite por la picadura de una garrapata o de un insecto que esté infectado por bacterias del género Borrelia, tal y como recoge Vithas.
“Se le llama la gran imitadora”, afirma el dr. Mariano Bueno, director de la Unidad de Medicina Integrativa y Terapias Avanzadas de Vithas Internacional y miembro de la International Lyme and Associated Diseases Society (ILADS): “puede reproducir los síntomas de múltiples enfermedades autoinmunes y degenerativas, como la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, la esquizofrenia y el autismo”.
La detección de esta patología de forma precoz resulta esencial para conseguir una mayor tasa de éxito en su curación. “Existe un signo típico que aparece en la piel tras la picadura en el 50% de los casos, una erupción en forma de diana conocida como ojo de buey o eritema migrans. Puede aparecer también dolor articular, cansancio e incluso síntomas de gripe que duran varias semanas”, señala el Dr. Bueno.
Sin embargo, en muchos casos los síntomas aparecen meses o, incluso, años después de la picadura: “hablamos de un Lyme que se ha cronificado y que puede mermar, de forma notable, la calidad de vida del paciente, generando importantes grados de invalidez”, expresa el experto de Vithas.
El Dr. Mariano Bueno propone un abordaje integral en el que se combine el tratamiento convencional, a base de antibióticos especialmente seleccionados según las infecciones a tratar, con la Medicina Biológica. “En el Lyme crónico todo es necesario; hay que sumar todo aquello que, con base científica se haya demostrado eficaz en esta patología”, explica el especialista.
La primera pauta de actuación tiene como objetivo detener el avance de la patología. La siguiente medida persigue reparar el deterioro físico. “De este modo logramos activar el sistema inmune. Utilizamos los antibióticos en una forma química especial que elimina los efectos secundarios de un tratamiento prolongado y aumenta su eficacia, y potenciamos el efecto antiinfeccioso directo con ozonoterapia e hipertermia corporal combinada con oxigenoterapia (oxitermia)”, explica el Dr. Bueno.