Redacción, 15-02-2017.- Dolor de garganta, problemas respiratorios, dolor de oído, fiebre o molestias para comer son algunos síntomas de la amigdalitis, una de las enfermedades más comunes durante la infancia y que más preocupa a los padres y madres. La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas provocada por alguna bacteria o virus y constituye una de las principales causas de consulta otorrinolaringológica que afectan a los más pequeños de la casa.
En la mayoría de los casos las infecciones son leves y no requiere más que el tratamiento de los síntomas con calmantes para el dolor, abundante hidratación con líquidos a temperatura ambiente, gargarismos con antisépticos suaves, etc. Si la amigdalitis es causada por una infección bacteriana, el médico puede recetar un tratamiento con antibióticos. Hace algunos años, la operación de anginas era muy frecuente entre los niños, y al menor indicio de inflamación, se optaba por la operación.
Por ello, el Hospital de Manises ha elaborado una sencilla guía destinada a padres y madres para que sean capaces de identificar los signos de alarma en este problema de salud. Así, los especialistas del Hospital explican que es muy común que los niños, sobre todo los menores de tres años, padezcan anginas, algo que no debe preocupar a los padres ya que, tal y como dice la Otorrinolaringóloga Begoña Beaus, “el hecho de que los niños sufran este tipo de infecciones sin excesiva gravedad, no es solo algo normal, sino que contribuye a generar las defensas necesarias para que le protejan el resto de la vida”.
La doctora Beaus explica que “en todo caso, es importante que respetemos el calendario de vacunas y sigamos las indicaciones de tratamiento que nos mande nuestro pediatra”. Las anginas se dan especialmente en niños menores de 3 años. A partir de esta edad, los episodios de infecciones deben de disminuir, en el caso contrario, hay que acudir a un especialista para que determine si requiere de un tratamiento especial.
Tratamiento quirúrgico
Hay ciertos casos en que la amigdalitis necesita un tratamiento quirúrgico que determinará el otorrinolaringólogo. Los especialistas en la actualidad limitan la intervención sobre amígdalas a dos situaciones bien delimitadas: las infecciones recurrentes de garganta y la existencia de apnea obstructiva del sueño. En el primero de los casos, el niño debe haber tenido al menos seis infecciones a lo largo de un año durante dos años consecutivos. En el segundo caso, se trata de la obstrucción de la vía aérea durante el sueño que condiciona una disminución de la ventilación, con paradas de la respiración mientras se duerme y somnolencia durante el día. De hecho, el Hospital de Manises realizó el año pasado 102 intervenciones quirúrgicas por amigdalitis.