Redacción, 09-02-2021.- Es más necesario que nunca en época de pandemia mantener el sistema inmunológico fuerte. Tal y como recoge El Confidencial, hay algunos factores que provocan que tu sistema inmunológico no se vea tan fuerte como antes, como por ejemplo tener una edad avanzada, lo cual siempre acaba pasando factura.
Por ello, lo mejor que podemos hacer es retrasar lo máximo posible el proceso de envejecimiento con una serie de costumbres saludables que adaptar a tu vida diaria:
No relajarse
Uno de los factores que más determinan la buena salud de nuestro sistema inmunológico es el estrés. Sobre todo si se manifiesta de forma crónica. Cuando estamos pasando un período de ansiedad, el cuerpo libera cortisol, una hormona que puede suprimir la inflamación necesaria para que los linfocitos se activen, es decir, impide la acción de los glóbulos blancos, la primera línea de contención del organismo frente a cualquier virus o bacteria.
Beber y fumar
Según los expertos en Harvard, beber aunque sea poco puede suprimir la actividad normal de las células del sistema inmunológico. Por ello, si después de un duro día de trabajo te apetece llevarte una copa de vino a la boca, que sea un hábito muy residual en tu vida cotidiana. En el caso del tabaco, no solo es perjudicial para el sistema inmune, sino que también puede desequilibrarlo y con ello aumentar el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes.
Comer muchos alimentos procesados
Uno de los hábitos que sin duda pasan más factura a tu organismo. Consumir demasiados productos procesados significa exponernos a un montón de químicos nada saludables, además de estar cargados de grasas saturadas y azúcares añadidos, por lo que ya no solo se resentirá tu sistema inmunológico, sino que también correrás el riesgo de padecer obesidad y ganar unos cuantos kilos de más.
No dormir bien o lo suficiente
La falta de descanso o la mala calidad de sueño es uno de los factores que más determinan poder sufrir una enfermedad infecciosa en el futuro, ya que puede acabar obstaculizando la capacidad del cuerpo para combatir a los agentes infecciosos. Mientras dormimos liberamos citoquinas, la cual ayuda a hacer frente a los microorganismos. Por tanto, carecer de un descanso reparador puede disminuir la cantidad de esta sustancia en el organismo, así como la de otras células inmunitarias importantes.