Redacción, 26-10-2018. Cada cuatro minutos se produce un ingreso por daño cerebral adquirido (DCA) en España. Trasladado al entorno infantil, según la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE), el DCA tiene una incidencia de 191 niños por cada 100.000 al año y es una de las principales causas de interrupción normal del desarrollo de un menor.
Mientras que en adultos la causa principal es el ictus, en niños/as, la epilepsia, los traumatismos craneoencefálicos, las encefalopatías, los tumores cerebrales y los accidentes cerebrovasculares son los principales desencadenantes del daño cerebral infantil, según indica la directora clínica de NEURORHB, el servicio de Neurorrehabilitación de los hospitales Vithas de Valencia, Sevilla y Vigo, Dra. Carolina Colomer.
La Dra. Colomer asegura que “el abordaje desde un punto de vista terapéutico será fundamental para que el diagnóstico no condicione, ya que un diagnóstico no es un pronóstico”.
“En la actualidad, -explica la directora clínica de NEURORHB -, en la población pediátrica encontramos que existe un elevado número de secuelas no identificadas en el momento del alta hospitalaria, que deberían ser rehabilitadas de forma inmediata por profesionales especializados”.
Por otro lado, según afirma Laura Gómez, coordinadora del servicio de Neurorrehabilitación Pediátrica de Vithas Hospital Nisa Virgen del Consuelo, “es muy importante tener en cuenta que de la colaboración y la participación de la familia dependerá en gran parte la eficacia del tratamiento”.
Y, como elemento clave de la rehabilitación de los menores con lesión cerebral, Gómez recomienda las siguientes pautas para los padres:
- Si observa algún retraso en el desarrollo acuda a especialistas para que sea valorado su hijo.
- Estimular es adecuado, pero tenga en cuenta que sobreestimular no.
- Realice refuerzos positivos ante los pequeños avances.
- Mantenga una actitud positiva, si existe capacidad de aprendizaje mejorará, pero necesitará tiempo y repeticiones.
- Marque rutinas establecidas a seguir para facilitar el aprendizaje.
- No sobreproteja, promueva la participación.
- Recuerde que la discapacidad no es una enfermedad.